viernes, 2 de julio de 2021

Capitulo 9

 


Fátima iba a volver a entrar a su casa pero don Pepe la agarra del brazo y le dice:

--No, no te vayas... ¿es que no te acuerdas de mi?

Pepe mira a la mujer con cara de enamorado. Fátima se pone nerviosa.


José Fernando está muy nervioso por la cercanía de Pepe. Tiembla todo él. Espera que el guapo adolescente pase y no lo vea pero para su sorpresa doña Antonia llama a Pepe. José Fernando empalidece mientras Pepe se le acerca muy simpático. Al ver lo distante que se muestra el muchacho, Pepe le pregunta:

--¿No te acuerdas de mi?

Aunque no quería, aunque es algo que lo llena de culpa, le gusta el adolescente. Siente exactamente lo mismo que el año anterior cuando lo vio por primera vez. Le gusta demasiado estar cerca de él pero le da miedo que lo descubran, no sabe qué decirle porque tampoco quiere que nadie se entere de sus sentimientos. Se muestra distante. Sólo afirma con la cabeza diciendo que sí se acuerda de él. Se muestra frío aunque por dentro suspira. Está lleno de miedo, no le gustaría que su madre viera aquellas famosas fotos. Y menos que sepan provocó todo para desnudar al crío. Para cortar un poco el hielo Pepe dice:

--estás muy grande.

Ya que José Fernando está muy nervioso y no dice nada, Pepe se despide. Doña Antonia le recuerda su promesa de pasar un día a buscar a su nieto para llevarlo de paseo. Pepe con una sonrisa dice:

--claro que sí, hablo con Kiko y un día de estos salimos los tres.

Pepe se va y José Fernando está ardiendo. Está feliz, aunque no lo demuestra, con la idea de salir con el muchacho que tanto le gusta. Se lo queda mirando mientras se va. Lo devora el deseo.



Don Pepe no tiene nada de suerte con Fátima ya que se muestra fría y es un témpano de hielo por dentro. Lo recuerda pero no es importante para ella.

--¡no, no lo recuerdo¡ --dice ella muy fríamente.

El hombre se decepciona:

--No puede ser que no me recuerdes --dice triste.

Fátima se quiere ir pero Pepe no la deja y se le pone delante.

--yo llevo todo un año pensando en ti. No me pude disculpar por lo de la basura. ¿no lo recuerdas? Llorabas y nos vimos en el cementerio ¿algún familiar?

--Por favor ¡déjeme en paz¡ La última vez que nos vimos me metió en un lío. Mi familia creyó que usted era mi amante.

Pepe sonríe con cara de travieso:

--lo ves como me recuerdas.

Fátima se pone muy nerviosa al darse cuenta que se ha descubierto. Pepe no le da tiempo a que se vaya. Le acaricia la mano y le dice:

--déjame que repare el daño que te hice,  siento mucho el mal rato que pasaste por mi culpa. Deja que te invite a tomar algo... un café.

--no, no. Soy una mujer casada.

Pepe le acaricia el rostro mientras le dice:

--eres tan hermosa.

Fátima no lo duda y lo abofetea:

--¡es usted un cerdo  pero ¿qué se ha creído?¡¡¡¡yo soy una mujer casada y muy decente. No soy como las cualquiera con las que usted debe estar acostumbrado a tenerr¡¡espero no volver a verlo nunca, ¡cretino!

Pepe se queda boquiabierto. No le da tiempo a reaccionar porque Fátima enseguida entra en la casa. Le cierra la puerta en las narices. A pesar del rechazo de la mujer, Pepe está feliz por haberla visto.

--me recuerda, me recuerda ¡eso es que le gusté¡¡sí, sí le gusté¡¡¡¿porqué me iba a recordar sino?¡¡¡ya la hice, ya la hice¡

El hombre sonríe con ilusión:

--¡voy a conquistar su amor, estoy seguro que sí lo voy a lograr¡





Don Pepe llegue a su casa feliz. Pepe se sorprende.

--¿de donde vienes?¿porqué no me dijiste que salías?

El hombre se pone muy nervioso, No quiere que su hijo sepa que está pensando en otra mujer que no es la difunta.

--hijo ¿y ese control?

--no, nada. Es que me sorprendí al llegar y ver que no estabas.

--es que fue a la plaza al ver el ambiente.

--Pues pudimos haber ido los dos juntos. Ya pasé por ahí... por cierto me encontré a doña Antonia con su nieto.

Don Pepe sonríe pícaro:

--¿sí? Que bueno¡ y lo has visto? ¿Vas a quedar con él?

--sí, iré un día de estos con Kiko. A ver como nos va. El chico es un poco raro.

--bueno a lo mejor lo que necesita es un amigo. Haz un pequeño esfuerzo aunque sea por doña Antonia. Es importante quedar bien con ella.

--sí tranqui.

Don Pepe lo que quiere es que su hijo y el de la mujer que le gusta sean amigos para que haya una cierta unión entre él y Fátima.




José Fernando está muy nervioso solas en su cuarto. Está desnudo sobre su cama tocándose pensando en Pepe. Se lo reprocha mientras se limpia con un calcetín. 

--¡no está bien, no está bien esto que siento¡

No puede dejar de pensar en el guapo adolescente.

--bueno, tampoco tiene nada de malo que yo disfrute. Nadie ha hablado de esas fotos... seguro que se perdieron o no salieron. Mientras nadie sepa lo que me gusta Pepe pues no tiene nada de malo,  lo importante es guardarlo en secreto. Yo puede disfrutar de él a la distancia. Si pudiera ser su amigo...

Ya que ya lo vio desnudo José Fernando ahora no tiene tanta ansiedad y se conforma sólo con estar cerca del guapísimo adolescente como amigo pero se pone muy nervioso ante él y no sabe cómo reaccionar, como acercársele.

--ojalá lo vuelva a ver. Ojalá cumpla su promesa --dice José Fernando con ilusión.


Un par de días después, Pepe y su amigo Kiko se dirigen a casa de doña Antonia.

--con la cara de mal rollo que tiene el chaval seguro que nos va a amargar la tarde. ¿seguro que va a querer salir con nosotros?

--pues no sé. Si abuela es la que insistió. Nosotros cumplimos con ir a buscarlo y sino quiere pues allá él --Pepe

--mejor que no quiera.

--yo espero que sí. El pobre se ve tan solo. me gustaría ser su amigo -- Pepe.

--Pues pone una cara cuando te ve... no parece que él quiera ser tu amigo.

--¿tú crees que yo le caigo mal? Pero si no le he hecho nada. Pero bueno, por eso he preferido que vinieras tú. A ver si al menos contigo se abre más...



José Fernando se emociona al ver que los dos amigos le vienen a buscar. Van a dar una vuelta. Se pone muy nervioso por estar cerca de Pepe y no sabe qué decirle. Kiko le habla, le hace preguntas. Al menos con el amigo de Pepe no está tan nervioso y pueden ir hablando. Se lo llevan a un bar. Ellos dos se ponen a jugar a las maquinas. José Fernando odia esas máquinas pero no dice nada. Está contento por estar cerca de Pepe y le da igual lo que hagan. Pepe le pregunta si quiere jugar pero él le dice que no, que se conforma con verlos jugar a ellos. En realidad con verlo a él. Durante el camino para acercarse a José Fernando, muy divertido Pepe le dice:

-¿te dan miedo los perros?

--No --dice.

--es que ahora vamos a casa de Kiko y tiene un perro que es una fiera. ¿a que sí?

--sí, sí siempre ataca a todo el mundo que viene a casa --Kiko

Pepe le enseña la mano y le dice:

--la última vez que estuve en la casa me agarró la mano y casi me arranca los dedos. Mira, mira. Me quedó un poco torcido...

Kiko va explicando más cosas y José Fernando, que nunca tuvo miedo a los perros se comienza a asustar con las palabras de los dos amigos. No sé da cuenta que no era más que una broma.

--¿tan terrible es el perro? --le pregunta José Fernando a Pepe.

El guapo adolescente no dice nada pero le sonríe. El perro es cuestión es un simple caniche que no asustaría ni al más cobarde.


Al llegar a su casa, Pepe padre interroga a su hijo sobre su salida con José Fernando. El chico se sorprende del interés de su padre pero no sospecha nada.

--pues algo aburrida. Casi no dijo nada. Es que ni creo que le caigamos bien, ya cumplimos. No creo que tenga caso que sigamos saliendo.

Pepe padre se queda pensando en alguna manera de usar la amistad de su hijo con el de Fátima. Una mujer de la que ni siquiera sabe su nombre pero por la que ya late su corazón.




Lejos de ahí, Fernando lleva a Sandra hasta un lujoso apartamento. La entra con los ojos cerrados. La joven se queda de piedra al ver tanto lujo.

--¡¿mío?¡¡todo esto es mío?¡

--bueno tampoco soy tonto. Es mío pero lo compré para ti porque es lo que tú querías. Será nuestro nido de amor. Vivirás aquí siempre que estés lista para mi cuando yo quiere. Será nuestro nido de amor  y este verano serás solo mía.

Sandra se desnuda dispuesta a pagar con su cuerpo los favores que recibe de Fernando.


Fátima sale del mercado y se topa con don Pepe que la mira con amor.

--¡usted otra vez?¡¡¡déjeme en paz. Es usted un descarado¡¡

--no me importa. No me importa lo que pienses de mi. Aunque no me creas sólo fui de mi difunta esposa hasta que te conocí. me enamoré, me enamoré de ti el primer día que te vi.

Fátima ve algo en la mirada del hombre que nunca había visto en su marido y se emociona pero lo rechaza:

--estoy casada,  señor. Déjeme...

--señor no. Pepe. Me llamo Pepe ¿y tú? --le dice muy simpático.

--por favor,  no me comprometa. Aquí en seguida se corren los chismes.

--¡no te voy a dejar ir, yo sé que no eres feliz en tu matrimonio¡¡

Pepe se deja llevar por lo que siente, no piensa y estrecha a la mujer entre sus brazos y la besa. El hombre no se da cuenta que su hijo pasa por ahí y los ve. El chico se impresiona mucho al ver a su padre besándose con otra mujer, con la tía de su amigo. Se va llorando. No ve como Fátima abofetea a don Pepe con mucha rabia. A él no le importa el precio que tenga que pagar por eso beso robado.


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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...