jueves, 8 de julio de 2021

Capitulo 35

 


En el hospital, Rosario entra a ver a Carmelo que lo recibe con una sonrisa muy amplia.

--¿¿usted es mi mamá?

Rosario lo mira con lágrimas en los ojos. Tiene un nudo en la garganta.


Por su lado, Sandra sonríe tras la petición de José Fernando:

--vaya --dice para sí-- vaya con mi amiga Josefina Fernanda, si parece mi hermana. Yo me quedé con la hija de la esposa de mi amante y él le quiere quitar el hijo al hombre que no le hace caso. Me gusta, me gusta este tipo, lástima que no sea hombre.

José Fernando la mira ansioso:

--¿¿que tanto piensas?

Con cierta ironía, Sandra le dice:

--pensaba en ti, en que te quiero como a un hermano.

--¡¡no me vengas con tonterías¡¡¡¿¿me vas a ayudar o no??

--claro que sí, todo esto es muy fácil. Tú no te preocupes. 

--pero...

--tú te acostaste con esa zorra, ¡¡tú te lo tienes que creer para que nuestro plan salga bien¡ Y como que te acostaste con Rosario tú puedes ser el padre de ese hijo al igual que Pepe, tienes que actuar así, defendiendo a tu hijo, reclamando tus derechos. Si es necesario amenazas a esa cualquiera con quitarle a su hijo. Sería muy bueno que la obligaras a casarse contigo.

José Fernando pone cara de fastidio.

--así te asegurarías que nunca volvería con Pepe y que el hijo de Pepe lleve tu apellido -- dice Sandra.

--pero por la sangre se verán que no¿¿que tengo que hacer?? ¿negarme a hacer la prueba?

--¡no, no hagas eso¡¡¡es que no me has entendido nada. Esos resultados son tus pruebas. Tú te tienes que someter a la prueba y así demostrarás que Rosario espera un hijo tuyo... confía en mi.

 



Rosario da un cariñoso beso a su hijo. Él la acaricia con mucha ternura. Rosario jamás pensó que volvería a ver tanto amor en los ojos de su hijo. Y lo abraza profundamente. Es el abrazo de una madre. Carmelo se siente refugiado en ella. Rosario siente una felicidad inmensa que es un gran consuelo, que alivia sus otros problemas.

--si, eres mi mamá, lo sé. Me miras como una mamá debe mirar a su hijo.

Rosario siente que ha llegado el momento de ocupar el lugar que le corresponde en la vida de Carmelo, que todos sepan que es su madre. Con los ojos llenos de lágrimas dice:

--si, mi amor, yo soy tu...

Carmelo la mira emocionado:

--lo sabía --dice muy sonriente.

A Rosario el mamá se le queda atravesado en la garganta ya que justo cuando va a decir esa palabra entra Casimiro y dice:

--¡¡no, ella no es tu mamá¡¡Ella es sólo tu tía¡¡

El adolescente se siente decepcionado. Casimiro mira a Rosario y dice bruscamente:

--¡¡vete, tú no tienes nada que hacer aquí¡¡

Rosario mira a su hjo llorosa, Carmelo no entiendo porque la siente su madre. Muy brusco, Casimiro dice:

--¡¡tú no tienes mamá... yo soy tu papá¡¡

Carmelo no siente cariño por ese hombre, le da desconfianza. Mira a Rosario, a pesar de que le han dicho que no es su madre él la siente algo muy suyo y la mira de una manera especial. 

--¿¿yo no tengo mamá? --le pregunta el chico lloroso a Rosario.

--¡¡ya te he dicho yo que no¡¡ --Casimiro muy brusco.

Rosario lo acaricia en la mejilla y dice con un nudo en la garganta:

--tu mamá murió, hace muchos años. Yo era su hermana.Yo la quería como a una mamá porque nuestros papás murieron que yo era chiquita.

A Casimiro no le gusta nada ver a Rosario allá y más ver ese acercamiento entre madre e hijo. Agarra del brazo a su cuñada para sacarla de ahí:

--¿¿qué haces tú aquí??¡¡vete¡¡

la tensión entre los dos es evidente:

--ustedes no se llevan bien. ¿porqué? la verdad es que tengo muchas preguntas 

--yo te contesto a lo que quieras --dicen los cuñados a la vez.

Los dos se miran con rabia.

--para empezar quiero saber que onda con ustedes. Papá, ella es la hermana de mamá, ¿porque os lleváis mal?

Rosario no sabe qué decir. Casimiro la mira desafiante y dice:

--¡¡se lo dices tú o se lo digo yo¡¡

Rosario acaricia la cabeza de su hijo muy maternalmente y se siente feliz al ver que el muchacho no la rechaza y que le gustan sus caricias. Carmelo mira con cariño a Rosario y dice:

--yo te debo querer mucho ¿verdad? Por eso te sentí mi madre, tú debes ser la madre que la vida me quitó¿¿vives con nosotros?¿verdad? ¿tú nos criaste a mi y a mi hermana??

Rosario lo mira llena de culpa y de ternura. Sus ojos se llenan de lágrimas. Casimiro espera con burla la respuesta de la mujer.




Antonia se ha ido a su casa. LLora sobre la cama en la que amó a su "hermano". Todo está igual que aquel día.

--¿¿que voy a hacer ahora? ¡¡yo no puedo vivir con él si él me cree su hermano¡¡¡¿¿cómo le digo que espero un hijo suyo??¿¿cómo se le explica a tu amnésico hermano que me embaracé de él?

Antonia acaricia esas sábanas que lo taparon a él, recuerda todas las veces que él la rechazó y que era ella la que siempre lo buscaba hasta que calló en sus brazos.

--¿y si me rechaza?¡¡no lo va a entender¡¡¡ Él sabe que soy su hermana y será un gran dolor si le digo esto... 

Antonia se seca las lágrimas y dice:

--además yo hice una promesa a Dios y por eso Carmelo se curó. El que Carmelo no recuerde nada es la señal que nos manda Díos para librarlo a él de toda culpa. Yo provoqué todo lo que pasó, casi mato a mi hermano asi que yo sólo debe sufrir este castigo.

Antonia se acaricia el vientre:

--¿¿y que va a pasar contigo? ¿¿que voy a decir cuando me pregunten sobre su padre? ¿y si Carmelo llega a recordar? ¡¡no¡¡él nunca debe saber que tenemos un hijo, él que siempre se opuso a amarme, que no hizo como yo qie siempre olvida que somos hermanos. Seria un golpe demasiado duro para él y yo no le quiero hacer más daño del que ya le hice.


Al rato, Casimiro saca a Rosario de la habitación de su hijo:

-¿¿que haces descarada??¿¿que son todas esas mentiras? ¡¡no voy a permitir que aproveches su amnesia para hacerle creer lo buena madre que has sido con él¡¡

--¡¡Carmelo ahora es lo que necesita¡¡

--¡¡tú lo abandonaste y yo no voy a permitir que vuelvas a mi casa así que esa mentira de que aún vives con nosotros no te salió bien¡¡

Rosario se enfrenta a ese hombre:

--¡¡si tú le niegas a mi hijo lo que he dicho yo le diré lo mal que tratabas a su madre ¡¡no fuiste un marido ejemplar¡¡

--¡¡no te pases... yo le diré que eres su madre y lo abandonastes¡¡

Los dos se miran con rabia.

--¡¡Carmelo necesita de apoyo. Esa también es mi casa y no tengo donde ir, así que espero que me apoyes en la idea de volver¡¡

--pues no sé que dirá Antonia.

--a ella la convenzo yo.

--¡¡pues haz lo que se te pegue la gana¡¡ 

Y mientras Rosario vuelve al lado de su hijo, Casimiro se va al bar que hay frente al hospital.




Dos días después, Pepe y José Fernando están en la clínica. Han ido los dos a la vez. José Fernando mira a Pepe con mucho amor, aunque lo está odiando en el fondo le excita estar en esas, le excita estar a su lado compartiendo una prueba de sangre con él. Mira con deseo a su amado que es al primero al que le sacan sangre. Luego es el turno de José Fernando.

--todo esto es inútil. Ese hijo es mío, yo estoy seguro. Mi corazón me lo dice. No puede ser de otro, tiene que ser fruto de amor y tú no quieres a Rosario --dice Pepe.

José Fernando es algo despectivo:

--un hijo no tiene nada que ver con el amor, es fruto de un polvo. Sólo es sexo... de una noche de sexo ardiente como la que vivimos tu novia y yo se pudo gestar un hijo.

El guapo Pepe que está frente. Se pone la mano en el pecho y dice:

--algo dentro de mi me dice que es mi hijo.

--pues tu instinto no es de fiar ya que rechazaste a tu hija María Belén y ya ves que sí es tu hija --dice José Fernando con sarcasmo.

Pepe lo mira molesto:

--¡¡esto no tiene nada que ver, y ahora es distinto¡

--nada es distinto, las cosas de la genética nada tienen que ver con el corazón y la verdad es que tanto tú como yo, los dos tenemos la misma posibilidad de ser los padres de ese niño ya que los dos nos acostamos con esa misma mujer. Espero que no nos llevemos la sorpresa que ninguno de los dos seamos el padre.

Muy molesto, Pepe casi lo agrade pero se tiene que tragar sus ganas ya que le están sacando la aguja. 

--¡¡no te voy a permitir que faltes el respecto a esa mujer¡¡

--¡¡la que te falta al respeto es ella que se acuesta con todos los hombres que hay en tu vida¡¡¡¿tal vez para averiguar quien es el padre del hijo de Rosario sea mejor que tus amigos vengan también a hacerse la prueba y hasta tu padre¡¡

Y aprovechando que ya se levanta, diciendo:

--¡¡ahora sí te pasaste imbécil¡¡

Pepe golpea a José Fernando que no cae al suelo porque lo sujeta el médico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...