viernes, 2 de julio de 2021

Capitulo 10





Fátima mira a don Pepe con odio y le dice:

--¡maldito, lo odio¡¡¡no lo quiero volver a ver¡

--¡disculpa, te juro...¡

Fátima no lo escucha y se va corriendo angustiada. El hombre sigue hablando exaltado

--que yo nunca había hecho algo así, te amo --acaba él pero ella ya no lo escucha.

El hombre sonríe y se acaricia los labios y sonríe con un sabor agridulce .

--La besé, la besé descubrí el sabor de sus labios...

Una lágrima desliza por sus mejillas al recordar la manera tan fría en la que ella lo trató.

--¿¿y si no la vuelvo a ver?¡

El rostro del hombre se llena de ilusión y de angustia.

--¡no, no. Después de descubrir mis labios no podrá rechazar más. Le tomó desprevenida pero no le puede haber dejado indiferente. Estoy seguro que le gustó, que va a pensar en mi. Tarde o temprano llegaré a su corazón.


Fátima llega a su casa llorando. Sube las escaleras llorando para que su suegra no la vea. Se tumba en la cama confundida. Se acaricia el labio con una extraña sensación. 

--Fernando nunca me besó con tanta ternura.

La mujer se siente una mujer sucia:

--¡no, no, soy una adúltera ¡soy una prostituta. Otro hombre me tocó y si mi marido se entera que le fui infiel me mata y con razón ¡

Fátima se mira al espejo por si se le nota algo raro.

--¡no, no¡¡esto no lo debe saber nadie¡¡¡que vergüenza, que vergüenza¡¡

Le ha gustado el beso, se ha sentido mujer por primera vez y eso es lo que aumenta su culpa. Se da una buena ducha. Se friega con fuerza en el labio y todo el cuerpo temiendo oler a otro hombre y que su marido la acaben descubriendo.




Pepe llega a su casa llorando y se tumba en su cama mirando la foto de su mamá. Don Pepe llega feliz y se sorprende al oír el amargo llanto de su hijo. Muy asustado corre hacia él. Se le acerca muy cariñoso pero el adolescente lo rechaza con rabia.

--¿qué te pasa, hijo? pregunta el hombre extrañado.

--¡te odio, te odio¡ --le dice.

Don Pepe lo mira lloroso:

--¿pero porqué?¿qué pasó?¡

--¡sé que tienes otra mujer, te vi con la tía de Ángel¡¡¡eres un mentiroso, un mentiroso¡¡me dijiste que nunca tendrías otra mujer y no es así¡¡¡te odio¡¡te odio¡

Don Pepe lo mira triste y le dice:

--¿pero no te gustaría verme feliz, que me enamorara?

La dura mirada de él lastima al hombre. Pepe le dice a su padre:

--¡no, no. Esta es la casa de mamá y yo no quiero que traigas a otra mujer¡¡¡te odio, te odio¡

Lloroso, don Pepe le dice:

--no me trates así, tú eres mi vida. Soy tu padre, no me puedes odiar.

--¡tú no me quieres, pues yo tampoco¡

Llorando Pepe padre dice:

--yo te quiero más que a mi vida.

--¡mentiroso, si me quisieras no engañarías a mi madre con otra mujer¡

--pero tu madre está muerta, estoy seguro que a ella le gustaría verme feliz con otra mujer.

--¡pues yo no quiero, pues yo no quiero¡¡¡¡si tienes a otra mujer no te quiero volver a ver, me voy a vivir con la abuela¡

--no me hagas esto --llora el hombre.

--¡eres tú el que prefieres a una mujer que a tu hijo¡

Don Pepe quiere acariciar a su hijo en la cabeza pero el adolescente lo rechaza:

--¡esa mujer tiene un marido ¡claro por eso querías que me llevara bien con su hijo¡

Al hombre le duele que su hijo no acepte que rehaga su vida con otra mujer pero tiene claro que no hay nada más importante que él. Tragándose su dolor le dice:

--pero es que no sé de donde sacaste que yo tengo novia, yo no tengo nada con otra mujer.

--¡no me quieras ver la cara, yo te vi como te besabas con ella¡¡yo, te vi¡¡¡yo te vi¡

Pepe padre sufre por el rechazo de su hijo y también porque sabe que está sufriendo y eso le duele.


Fátima está sobre su cama llorosa. Doña Antonia entra echa una fiera y la madre de José Fernando ya sabe que alguien le fue con el chisme. Se levanta y trata de explicarse pero la anciana la abofetea y dice:

--¡perdida, eres una perdida¡¡lo que le has hecho a mi hijo no tiene perdón de Dios¡

--señora, deje que yo le explique...

Doña Antonia la vuelve a abofetear y dice:

--¡porque sé que es imposible que un hombre tan guapo se quiera acostar con alguien como tú, por mucho que le ruegues no vas a encontrar quien te haga el favor.¡¡no te quedaste para vestir santos porque engañaste a mi pobre hijo, date por afortunada¡ ¡mal agradecida¡ ¿así pagas a mi pobre hijo que te hiciera señora cuando eres una vulgar ramera?

Fátima se quiere justificar pero la anciana la vuelve a abofetear y le dice:

--¡calla golfa,  las rameras se callan cuando hablan las señoras¡¡aunque no haya pasado nada porque el hombre no ha querido no voy a olvidar que tú quisiste engañar a mi hijo¡¡¡pero por mi nieto que no merece una madre como la que le ha tocado no le voy a decir nada a mi hijo pero no quiero oír tu voz de mustia en todo el verano, no saldrás sino es conmigo y para comprar y sólo harás lo que yo te diga¡

Fátima quiere abrir la boca pero doña Antonia amenazante dice:

--¡no quiero ni darme cuenta que existes, tú has venido aquí para servirme y punto. No te quiero volver a ver hasta la hora de hacer la cena¡

Doña Antonia se va y Fátima se queda llorando amargamente.



Fernando y Sandra están en la cama después de hacer el amor. El hombre está encantado por tener para sí el cuerpo de la joven. No le importa lo que tenga que pagar.

--eres tan joven y tan tierna y sólo mía. Es una lástima que llegara tarde a tu vida. Me hubiera encantado profanar yo todo ese cuerpo que me vuelve loco.

--tú tampoco estás nada mal.

--¿de veras te gusta estar conmigo?¿no te acuestas conmigo sólo por el dinero que te doy?¡no te da asco acostarte con un viejo?

-- No eres tan viejo y ¿a caso crees que soy una prostituta?

--bueno, te doy dinero, pago tus facturas.

Ella se hace la ofendida.

--¡¡me mantienes porque soy tu mujer ¿o no cumplo como tal?¿también consideras a tu esposa una prostituta?¡

--¡esa es una inútil. Mi peor error¡

--¡pues eso es lo que yo digo, no la aguantas y pagas todas sus facturas¡

--bueno es la madre de mi hijo y… --él la mira seductor y dice:

--y eres la mejor. Nunca nadie me ha hecho sentir como tú.

--¿y porque no dejas a tu mujer? Así no nos tendríamos que esconder, estaríamos siempre juntos.

--le daría un disgusto a mi hijo y no merece la pena... a ti te tengo siempre.

Sandra pone cara de fastidio:

--yo te podría dar un hijo.

Fernando la mira amenazante y dice:

--¡ni se te ocurra, el embarazo estropea el cuerpo de las mujeres y tú eres una Diosa¡¡las cosas ya están bien así¡¡¿no dices que te gusto?

--claro que sí.

--pues las cosas ya están bien así.

A Sandra no le sienta bien la idea pero no dice nada.


Pepe trata de que su hijo se calme.

--si te calmas yo te puedes explicar.

Con los ojos rojos el niño dice:

--¿¡cómo me vas a explicar que engañabas a mi mama?¡¡te estabas besando a otra mujer¡

Triste y con el recuerdo de ese beso en los labios dice:

--¡claro que no¡

Pepe se seca las lágrimas y le dice:

--yo te vi que besabas a otra mujer.

--¡pero estabas pegado a mi o de lejos?

--bueno pero… --confundido.

--¿lo ves? Has confundido las cosas, por mi culpa ella tuvo problemas.

--¡que problemas?¿qué pasó?

--no, nada. Ella es una mujer casada... ¡como crees que iba a tener algo con ella? Le di un beso en la mejilla. Malinterpretaste las cosas..

Pepe no se queda muy tranquilo con la explicación del padre y le dice:

--pues si no te importa quiero que nos vayamos de vacaciones.

--si claro... ¿dónde quieres ir?

--No sé, pero no quiero dormir esta noche aquí. Hacemos la maleta y vamos ahora a casa de la abuela y luego ya pensamos en donde vamos pero no volvemos en todo el verano.

--pero porque tenemos que hacer las cosas así.

--¿hay algún motivo por el cual no te quieras ir? --conmirada inquisitiva 

Pepe padre fuerza una sonrisa y dice:

--esta bien,  vamos a hacer las maletas.

Don Pepe se queda tranquilo porque su hijo se muestra de nuevo cariñoso con él pero le duele irse porque significa su renuncia a Fátima pero obedece a su hijo.



José Fernando está muy ilusionado pensando en Pepe. Lo está deseando volver a ver.

--¿vendrá antes que venga el primo de vacaciones? ¿me vendrá a buscar?

José Fernando está muy ansioso, está deseando volver a ver al chico que tanto le gusta.

--bueno, los dos estamos en el mismo pueblo y no es tan grande. Tarde o temprano nos encontraremos.

Fátima está pensando en Pepe padre con nervios y culpa. Aunque no quiere no puede dejar de pensar en él. La mujer está en los pensamientos del hombre mientras él y su hijo abandonan el pueblo en un coche.




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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...