sábado, 3 de julio de 2021

Capitulo 20

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José Fernando tiene los ojos clavados en Pepe. La emoción por verlo, la rabia que siente por Rosario lo callan. Sólo dice que sí con la cabeza.

--esta es mi novia --le dice Pepe muy contento.

Los novios esperan la reacción del chico que prefiere hacer el que no le interesa y se va.

--a este chico creo que le caigo mal y yo mira que intento ser su amigo.

--déjalo, mi amor --dice ella con cariño.

--ya lo que pasa es que en una de esas y nos convertimos en hermanastros.

Los dos chicos miran a Pepe padre y Fátima. Estos no se dicen nada pero se miran con intensidad. El joven Pepe se da cuenta que la cosa con su padre y la tía de su amigo va bien. Pepe y Rosario se apartan de todos. José Fernando los sigue con la mirada y se muere de rabia al ver los gestos de cariño de los jóvenes.

Pepe padre y Fátima se miran con cariño:

--¿me aceptas un café?

Fátima sonríe emocionada. Y se acerca su cuñada y la reprende:

--¡respeta, que estamos velando a mi madre¡¡¡además eres la viuda de mi hermano¡¡los malos pasos que des lo haces fuera del pueblo¡

Antonia agarra a Fátima del brazo y le dice:

--¡vamos con mi madre a rezar el rosario que has venido para eso¡

Pepe padre tiene deseos de armar un escándalo pero piensa que no es el lugar. Mira al hijo de su amada y le molesta que él no haga nada para defender a su madre. Él y Fátima se dan una última mirada antes de que ella entre con su cuñada a la sala en el que está la difunta.

--¿¡cómo Fátima permite que la traten de esa manera?¡¡Yo la tengo que alejar de toda esa gente. yo lo voy a enseñar que la vida no es solo maltrato y que se puede ser feliz¡ --dice don Pepe bajito.

Antonia 


Después del entierro, Antonia está en la casa de su madre. Habla con José Fernando.

--debemos pensar en esta casa. Está muy vieja y yo creo que lo mejor es venderla y repartirnos el dinero en partes iguales. Mi hermano está de acuerdo, así que somos mayoría pero supongo que tú no te opones. Si no quieres y tú te haces cargo de todo y nos das nuestra parte.

El chico calla mirando ese lugar y pensando en Pepe. Le da pena que se venda ya que está lleno de recuerdos. Si él pudiera la compraría pero no puede y no dice nada. Antonia lo da por hecho.

--Ya tengo una persona interesada. Ángel se quedará aquí para ayudarme en la venta y luego te mandamos tu parte,  por cierto... ¿sabes donde está Ángel?



Ángel ha ido a buscar a Dulce con la que acaba de hacer el amor. Ella queda desnuda en la cama satisfecha y él se siente culpable. Como siempre los remordimientos los atormentan y se viste a todo prisa mientras ella lo mira con deseo.

--esto no está bien ¡eres la mujer de mi amigo¡

--¿y porque te acuestas conmigo? --pregunta con ironía.

--¡Porque me vuelves loco¡ --dice él llevándose las manos a la cabeza.

--Kiko nunca me hizo sentir mujer. En cambio tú...

--¡pero eres su esposa, tienes un hijo con él¡

--¡ese fue mi mayor error y no puedo romper ese matrimonio porque mis padres dejarían de apoyarme económicamente y los necesito¡

--¡si pero que engañes a tu marido es feo pero lo que es peor es que lo haces conmigo... Soy su mejor amigo¡¡

--¡ya estoy harta de tus quejas, será mejor que no nos volvamos a ver ¡eres de un pesado, que fastidio¡

él se abrocha los pantalones y dice con tristeza:

--sí, eso será lo mejor.

Él se va y ella le tira la almohada:

--¡¡imbécil¡¡

sonríe recordando los bonitos momentos que viven juntos y dice:

--volverás... siempre vuelves.

Ángel se va, le gustaría quedarse con Dulce porque disfruta en sus brazos pero no le gusta la terrible sensación que le queda después y sobretodo cuando está con Kiko.



Fátima está paseando por ese pueblo.

--si nunca hubiera venido aquí... Mi vida con Fernando fue un infierno. Creo que lo mejor es que nunca lo hubiera conocido, nada bueno me ha traído este lugar.

De pronto se acuerda de Pepe y de su beso y sonríe.

--quien sólo se ríe de sus maldades se acuerda --oye que le dicen.

Fátima estaba distraída y no se da cuenta que Pepe padre está delante de ella muy sonriente y seductor.

--¿¿tú?¡ --dice ella feliz.

Él le acaricia el pelo con cierta timidez:

--nunca te había visto sonreír y te ves muy linda,  ya sé que es una locura pero me gustaría pensar que es por mi, que yo te hago sonreír.

--sí, es por ti.

Pepe no se esperaba eso y el rostro se le desencaja de la emoción.

--¿¿yo?¡¿es por mi?¿piensas en mi?¡

Pepe está muy emocionado. No puede creer que sea verdad.

--¡repítemelo otra vez, no sabes lo mucho que he pensado en ti en estos años¡ --él.

Fátima desea tocarlo pero no se atreve. Lo mira con mucho cariño y le dice:

--sí pienso en ti, . más de lo que hubiera querido.

Pepe se deja llevar por un impulso y acerca sus labios para besarla pero Fátima le pone la mano en medio y, aunque lo desea tanto como él, para ese beso.

--no --dice ella.

Pepe se queda triste:

--lo siento,  no sabes cuánto desea besarte, saber a que sabe un beso tuyo --dice él.

--ya nos besamos.

Los dos se miran y se ruborizan.

--Lo recuerdas? ¿Te gustó? --Pepe emocionado.

Ella agacha la cabeza y dice:

--sí, me gustó.

Feliz Pepe le levanta la cabeza por la barbilla y le dice:

--pero me gustaría saber lo que es besarte porque tú lo quieres, tú bien sabes que aquel fue un beso robado.

El guapo hombre se está acercando más de la cuenta y ella se aparta y le dice:

--por favor, contrólate... nos pueden ver.

--¿y te molestaría que te vieran conmigo? Los dos somos libres.

--sí pero acabo de enterrar a la madre de mi difunto marido. Es feo. No quiero otro escándalo.

Algo triste, Pepe dice:

--bueno, siento mucho cómo te trató tu cuñada. No deberías permitir que te trataran así.

--ya estoy acostumbrada --dice con resignación.

Él la mira con cariño pero regañón:

-¡pues no deberías permitir este abuso. Tú eres una reina y yo te trataría como una reina¡¡es lo que tú mereces¡

Fátima lo mira sorprendida:

--¿cómo puedes decir estas cosas de alguien como yo?

Pepe le pone las dos manos sobre las mejillas y dice:

--eres tan hermosa, yo sería tan dichoso si me dieras un sí y sé que tú serías feliz a tu lado...

Fátima lo mira emocionada:

--ningún hombre me había tratado así

--Es lo que tú te mereces.

Pepe la acaricia pero ella lo rechaza con pudor. Él se entristece y ella dice:

--ahora sí te acepto el café.

Pepe sonríe seductor y ella lo mira hechizada.



A media tarde, José Fernando se acerca a un hombre que está pidiendo limosna.

A pesar de los años, que sólo lo vio una vez, lo reconoce. Es aquel chico que lo ayudó a separar a Dulce de Pepe. Se acerca a él.

--¿me das algo? Es que no tengo trabajo y no tengo con que pagar la pensión esta noche.

José Fernando le da un buen billete y le dice:

--¿no me recuerdas? Hace años te ganaste un buen dinero gracias a un favor que me hiciste.

--si, ¿lo recuerdo? No te había vuelto a ver ¿te acostaste con esa chica?

--el plan funcionó y ahora me gustaría que me volvieras a ayudar.

--Pues con más de esto --dice mostrando el billete.

--Vas a tener mucho si me ayudas...

El otro sonríe y le dice:

--es un trato.


Rosario y Pepe pasean tomados de la mano sin imaginar que están siendo espiados por José Fernando y el otro.

--son estos --esta es la pareja que quiero romper --José Fernando.

--vaya, no tienes mal gusto. Así que quieres que yo te deje el camino libre para que te acuestes con la chica,  si quieres le doy un buen susto a él.

José Fernando le agarra del cuello y le dice:

--¡a Pepe ni lo toques¡¡no le hagas daño¡

el otro, Lucas, se lo saca de encima sorprendido:

--oye, no serás gay ¿no? A mi no me vengas con nada raro.

José Fernando no quiere perder ese contacto ya que es muy buena oportunidad de separar una nueva pareja y que él quede con las manos limpias.

--no claro que no¿cómo crees? A mi me encantan las mujeres.

Lucas se tranquiliza.

--¿y que es lo que quieres?

--quiero que Pepe crea que tú te acuestas con su novia, que crea que es una zorra y la deje.

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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...