jueves, 8 de julio de 2021

Capitulo 36





En la clínica el doctor trata de calmar a Pepe y separarlo de Jose fernando.

--señores, por favor. No se vayan a pelear aquí. En dos semanas ya sabrán quien de los dos es el padre de ese hijo así que ahora yo les pido que se vayan.

Pepe sale dando un empujón al que ahora es su rival y a pesar de ese enojo, José Fernando se excita por haber sentido el cuerpo de él. En la sala de espera, Pepe se le enfrenta:

--¡¡vamos fuera, vamos a arreglar esto como hombres¡¡ --le dice Pepe con ganas de pelea.

A parte que sabe que perdería, José Fernando no quiere ni intentar golpear a ese chico que es su pasión..

--mejor dejamos las cosas así. Yo entiendo que estés dolido pero Rosario no te conviene, es una cualquiera.

José Fernando se iba a ir pero Pepe lo agarra del hombro. José Fernando se estremece.

--¡¡no me vuelvas a decir lo que te conviene¡¡¡y no te consiento que vuelvas a ofender a Rosario¡¡¡¿¡que hombre eres tú que no respeta a las mujeres??¡

--¡¡yo no la puedo respetar si siendo tu prometida se me metió en la cama y se me regaló como la perdida que es¡¡

Pepe vuelve a dar un puñetazo a José Fernando y en esta ocasión si lo tumba. A Pepe lo echa  los de seguridad. José Fernando es ayudado a levantarse. Le sangra la boca pero no quiere que lo toquen. Se va fuera, ahora es él quien toca por los hombros a Pepe y dice:

--¡¡tienes que entrar en razón y olvidar a Rosario de una vez¡¡

LLeno de dolor y dispuesto a una pelea, Pepe dice:

--¡¡vamos, pelea como un hombre¡¡

José Fernando lo mira desafiante y le dice:

--la hombría no se demuestra a golpes, se demuestra en la cama y muy hombre tú no eres porque sino Rosario no te engañaría con todos los chicos del pueblo

Pepe golpea la pared muerto de rabia.

--¡¡tal vez es que no te gustan las mujeres lo suficiente y por eso no dejas satisfecha a Rosario¡¡¡deberías buscar por otro lado, seguro que serías más feliz¡¡

Pepe mira a José Fernando con mucho rabia:

--¿¿¡¡me estás llamando gay??¡

José Fernando está muy nervioso pero excitado:

--¡¡yo sólo digo que deberías probar... tal vez sea lo que a ti te gusta de verdad¡¡

José Fernando está muy nervioso, no se atreve a decir más pero lo desea. Pepe no entra en su juego y lo deja solo y con las ganas. 


Al rato, Sandra entra a donde están las muestras de sangre. El empleado es muy feo.

-¡¡que fastidio¡¡¡siempre en estas cosas me tocan cerdos horribles pero en fin... todo sea para una buena causa¡¡ --piensa.

Se acerca coqueta.

--hola, guapo ¿me harías un favor?

El hombre se gira seguro que no le habla a él. Tiene en su mano las muestras de sangre. Sandra se le acerca y le toca por todo el cuerpo:

--¡¡que fuerte   que guapo¡¡

--¡¡te sientes bien?? --le dice él.

--¿te gustaría acostarte conmigo?? --dice ella haciendo más amplio su escote.

El hombre traga saliva y dice:

--¡¡si¡¡

--pues a mi no pero lo haré si me haces un favor.

--¡¡lo que quieras¡¡ --dice el hombre muy excitado.

Sandra sonríe victoriosa y siempre atenta a las muestras de sangre con los nombres de Pepe y José Fernando.

--es algo muy sencillo, sólo tienes que cambiar el nombre a las muestras.

--¡¡yo no puedo hacer eso¡¡

--¡¡tranquilo,  ya lo hago yo¡¡¡¡tú mira que no venga nadie¡¡

Aunque no quiere, el chico no dice nada y Sandra cambia los nombres a las probetas. Luego lo mira a él.

--ahora tendrás tu premio pero si me traicionas diré que me violaste, te hundiré la carrera. --dice ella mientras va tumbando al chico en un camilla y ella encima.



Rosario entra en la habitación de su hijo. Carmelo sonríe como un verdadero hijo, algo que la llena de dicha.

--hola, tía ¿vienes sola?

Aunque se le atraganta un poco lo de tía, el amor con el que el chico la llama es mucho que no le importa nada más.

--sí.

Carmelo se queda un poco decepcionado. Rosario lo acaricia y lo besa.

--¿es que no te gusta que te venga a ver yo?

Carmelo besa las manos de su madre.

--claro que sí, tia.  Lo que pasa es que tu estás siempre conmigo.

--¿y te parece mal?

--Ya sabes que para mi tú eres mi madre.

Rosario no puede evitar llorar. Carmelo se sorprende.

--¿dije algo malo?

Rosario lo acaricia mientras su rostro se llena de lágrimas:

--claro que no, mi amor. Mi hijo,  mi niño adorado.

Carmelo acepta emocionado el cariño de madre que Rosario le da porque es lo que necesita:

--todo eso me está bien pero ya no soy un niño, ya soy un hombre.

Rosario lo acaricia y le dice:

--es verdad. Estás hecho un verdadero hombre pero para mi siempre serás mi niño.

El adolescente mira a su madre con tristeza.

--¿y que te pasó? --le pregunta ella sin dejar de acariciarlo.

--me hace bien hablar contigo, se me olvida los problemas pero... ¿porque no viene nadie más a verme? ¿es que no me quiere nadie más?

--¿cómo dices eso, mi amor?¿es que quieres que venga tu padre?

--¡¡no, él no¡¡

Aunque no lo dice, Carmelo presiente que no lo quiere. Y con una ternura especial dice:

--¿y ella? mi hermana. Yo siento que teníamos una relación especial pero ¿porque no viene nunca?¿es que no me quiere?¿no le importa lo que me pasa?

Carmelo siente un gran dolor al pensar que no le importa a su hermana lo que le pase.

--tu hermana te adora, no se ha separado de ti no un instante. 

--¿así? pues no viene a verme.

--es que me dijo que se siente un poco mal, ya verás como pronto viene a verte...

--Por cierto,  ayer en la noche me vino a ver tu novio. Se veía muy buena gente.

--¿Pepe? --dice emocionada.

--¿es que tienes dos novios a mi me dijo que se llamaba José Fernando. Me miraba raro.

Rosario no dice nada, no quiere hacer preguntas, sólo no quiere alterar a su hijo y quiere olvidar que se mencionó ese nombre.






José Fernando llega a su hotel. Le duele la cara y está muy triste por todo el desprecio que le demuestra Pepe.

--aunque en realidad nunca lo traté como lo estoy tratando ahora  y al final me voy a llevar una parte de él. Me voy a llevar a su hijo y en parte será como tenerlo a él.

De un cajón saca la foto de ellos dos desnudos en su adolescencia. Se sabe de memoria esa foto que resigue con atención disfrutando de cada detalle del cuerpo del chico. Se desnuda de cintura para abajo y se sienta ante esa foto y se masturba con la mirada clavada en el sexo adolescente de Pepe obteniendo un gran placer. Mientras se limpia y sin dejar de mirar esa foto dice:

--¿¿cómo será ahora??como me gustaría verlo desnudo,  tenerlo en mis brazos.

Recuerda la propuesta que tiempo atrás le hizo su "amigo", el hombre al que pagó de violar a Rosario. Él le propuso ayudarlo para tener a Pepe:

--ni siquiera tendría que ser con violencia, seguro que se podría hacer sin que esté se enterara.

él mismo se reprocha sus pensamientos:

--¡¡no puedes estar pensando en serio la idea de violar a Pepe¡¡no¡¡ Separarlo de Rosario es por su bien porque es una cualquiera¡¡

José Fernando mira esa foto muy sofocado, lo ama y lo desea y lo mata por dentro el saber que nunca lo tendrá.


2 semanas después...

ya están listo los resultados de la prueba de paternidad. El doctor está reunido con Rosario, José Fernando y Pepe. Los dos chicos se miran con rivalidad. A José Fernando le cuesta disimular lo mucho que lo ama pero lo hace. No quiere que él se dé cuenta y además está nervioso, pendiente de si salió bien o no el plan de Sandra. 

--bueno,  ya tenemos los resultados... la prueba ha sido clara.

Pepe mira a Rosario con mucha ternura, nada le gustaría más que ser el padre de su hijo. José Fernando está muy excitado al tener al guapo Pepe a su lado.

--¡¡tu hijo va a ser mío¡¡va a ser mío¡¡ --piensa José Fernando mirando a Pepe.

Rosario está que se muere de la angustia.

--¡¡doctor, hable... ya... ¿¿Quién es el padre de mi hijo?

La tensión se puede cortar con un cuchillo.



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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...