sábado, 3 de julio de 2021

Capitulo 19

 


José Fernando a sus 26 años se ha convertido en un chico virgen y amargado y que paga su mal de humor en su madre. Aunque ya se ha resignado que Pepe no será para él, aunque se ha resignado a vivir en su amargura no ha querido olvidar al joven y no ha intentado consolarse en otros brazos. Su madre lo interrumpe:

--¿¿qué es lo quieres?¡¡ --le dice él brusco.

--perdón, hijo, pero tu tía te quiere hablar...

--¿mi tía?

--sí, sí, corre. No me ha querido hablar a mi pero ha pasado algo.

José Fernando se levanta y su rostro se llena de sorpresa al tomar la llamada. La noticia que recibe le causa más emoción que tristeza.

--la abuela ha muerto. Tengo que ir al pueblo --le dice a su madre cuando cuelga.

La emoción por poder volver a ver a Pepe sin que éste ni nadie sospeche de sus verdaderos sentimientos lo llena de dicha. Aunque la anciana nunca se portó bien con ella, aunque la hija de la difunta la ha hecho de menos no queriendo darle la noticia a ella, Fátima lamenta la muerte de la madre de su esposo.

--iremos juntos al pueblo.

--cómo quieras --dice el chico que sólo piensa en Pepe.


Madre e hijo van juntos en tren. José Fernando no ve a Pepe desde que éste tenía 17 años.

--¿cómo será ahora? Debe estar guapísimo --dice para sí-- ahora sí que es un hombre. 23 años. Todo un hombre 100 por cien desarrollado. Con lo guapo que estaba con 12 años. El tiempo debe haber hecho maravillas con él.

José Fernando se estremece recordando la última vez que se vieron en el funeral de su padre.

--¡va a venir, seguro que va a venir¡ --susurra emocionado.

--¿decías? --pregunta Fátima.

El chico ignora a su madre y mirando por la ventana recuerda todas las veces que el guapo Pepe fue a comer a casa de su abuela y como doña Antonia lo alababa.

--no puede faltar, no puede faltar --va pensando.

Fátima trata de tener una conversación con su hijo.

--ya que estamos solos, lejos de casa, no sé, podría servir para acercarnos.

Aunque siempre el chico ha ignorado a todos, ahora, desde que están solos Fátima necesita más que nunca de él.

--todo el día encerrado en ese lugar trabajando, parece que te gusta más tratar con archivos que con personas.A mi me gustaría que te casaras, que tuvieras hijos.

José Fernando fulmina a su madre con la mirada y ésta se calla. El chico está muy ansioso.  Se encierra en el water para desahogarse pensando en Pepe.



Pepe padre está tumbado en su cama. Está emocionado. Le hubiera gustado ir a la capilla ardiente con su hijo pero no se ha atrevido.

--Pepe ya es un hombre. A lo mejor no le importa que estuviera con Fátima.

La cara del guapo hombre se ilumina al pensar en esa mujer. Se recrimina a sí mismo que se comporte como un adolescente. Aún se estremece recordando el beso que le robó. Se acaricia el labio y piensa:

--¿cómo es posible que siga enamorado de una mujer que siempre me despreció? ¡no sé nada de ella¡¡si no volvió es porque yo nunca le interesé. Seguro que sola no está. Tal vez se casó y hasta tuvo más hijos¡¡

La idea de que su amada tenga una nueva familia atormenta al hombre.

--¡voy a luchar por ella, voy a luchar por ella¡¡¡Yo voy a estar ahí demostrándole que la amo y que no me importa nada¡¡



Tanto Fátima y José Fernando sienten algo especial cuando empiezan a ver los molinos de viento. José Fernando está radiante sin dejar de pensar en Pepe. Con algo de disimulo, Fátima se toca el labio pensando en el beso que le dio Pepe padre. Se emociona.

--me gustó, tú beso me gustó. Ha sido lo único bueno que me ha pasado en los últimos años --piensa.

La mirada de la mujer está llena de ilusión. Ya no hay culpa, sino miedo. Ella siempre pensó en que envejecería al lado del único hombre de su vida, Fernando, y le da miedo pensar en iniciar una vida con otro hombre.

--No, no. Es una locura -piensa - ese hombre sólo se quería divertir contigo  No le debes permitir a ningún hombre que te use para desahogo. A él nunca le importaste y te lo demostró. ¿Cómo vas a pensar que después de tantos años aún se debe acordar de ti?

Le entristece pensar en que el hombre no debe pensar en él.


Es de madrugada cuando Madre e hijo llegan al pueblo. Se bajan del tren. A pesar del pesado viaje los dos están muy contentos de estar en ese pueblo. Suspiran pensando en los dos Pepe. Llegan directamente al tanatorio donde son recibidos por Antonia hija y Ángel. Al verlo, José Fernando piensa en esas fotos que nunca vio pero no le parece ni el momento ni el lugar y se queda con las ganas. Además no sabe cómo sacar el tema y no quiere que se le vea el plumero.




A la mañana siguiente, Pepe padre entra en el baño mientras su hijo se está afeitando. Mientras el uno se afeita y el otro hace caso a una necesidad fisiológica hablan. Con cierto miedo de que su hijo se enfade, Pepe padre le dice:

--¿vas a volver al tanatorio?¿a que hora es el entierro?

--a las 4 pero yo me voy a quedar acompañando a Ángel y a su tía hasta el final.

--sí claro... ¿y no viene su familia de Barcelona?

Pepe deja la cuchilla y se acerca a su padre:

--quieres saber de Fátima, ¿no?

Pepe padre se pone nervioso. El chico le pone la mano en los hombros a su padre mientras éste se sube la cremallera y trata de disimular.

--no, claro que no. Sólo era para hacer charla.

Pepe se acerca al espejo y mientras se sigue afeitando dice:

--mira papá, ya no soy un niño tonto y egoísta ¿pasó algo entre tú y Fátima?

Con cierta timidez, don Pepe dice:

--es que me da pena hablar de estas cosas contigo.

Pepe mira a su padre sonriendo y le dice:

--bueno, yo te cuento todas mis cosas.

Su padre lo mira con complicidad:

--sí, yo siempre te dije que Rosario era la mujer de tu vida y tú nunca me escuchaste y mira que te tardaste.

Pepe le sonríe y le dice:

--ni me lo recuerdes que ya sé que fui un tonto pero no me cambies de tema... ¿te gusta Fátima?

Pepe padre no sabe si le debe decir la verdad y su hijo responde por él.

--es que estás tan solo y me da pena. Yo sólo te quiero decir que yo sería feliz si tú rehicieras tu vida, ya sea con Fátima o con otra.

Pepe no cabe en sí de gozo y libre de culpa dice:

--si hijo, la amo, la amo desde que la conocí.

--siento haberte separado de ella.

Pepe padre lo mira con cariño y le dice:

--no, tú no tuviste la culpa. Ella era casada y siempre me rechazó.

--pero yo os vi besándoos.

--ojalá. Fue un beso robado y un beso que me ha acompañado toda estos años.

--pues que yo sepa ella sigue libre y debe estar en el tanatorio.

Al hombre se le desencaja el rostro y suspira emocionado:

--¿aquí? Libre?

El joven Pepe le pone la mano en los hombros y dice:

--arréglate para que esa mujer te vea bien guapo ¿no crees que esta es una buena oportunidad? Podemos ir juntos a al tanatorio.

Pepe padre sonríe muy emocionado y padre e hijo se arreglan. Cuando ya están apunto de salir, alguien llama, es Rosario. Los dos jóvenes se besan.

--¿y esta sorpresa? Creí que hoy no ibas a venir.

--como me debían unos días pues pedí en el trabajo todo el día libre para estar a tu lado y bueno una vecina se encarga de los niños. Mi lugar es contigo, a no ser que no quieres...

El joven Pepe besa las manos de la mujer enamorado y le dice:

--gracias, claro que quiero que me acompañes.




José Fernando y Fátima están con otros familiares en la capilla ardiente de la difunta. Para José Fernando el tiempo pasa muy despacio. Está deseando que llegue la hora de la misa. Está seguro que Pepe sí irá al funeral pero no imagina que los dos guapos Pepe están entrando en ese momento y subiendo las escaleras. El nieto mayor de la difunta está de espaldas y de pronto siente un escalofrío y es como si se hubiera dado cuenta que Pepe está acercándose. Se gira y se queda hechizado por verlo.

--¡está más guapo que nunca¡ --suspira.

Pero su mirada se clava en la joven a la que está tomado de la mano y se muere de rabia.

--¡maldito, maldito¡¡¿cómo se atreve a venir aquí con esta cualquiera¡¡¡¿¡¡¡yo soy virgen, yo me he resignado a no ser de nadie por él. ¡¡él no tiene derecho a pasearme a su amante en las narices¡¡¡ --piensa furioso.

El joven no se da cuenta para nada que su madre está temblando de deseo. La mirada de Pepe padre la ha matado pero de amor. Los dos se miran y se estremecen. José Fernando mira a Pepe con amor, con dolor, con deseo. Parece que el tiempo se ha paralizado y que no llega nunca hasta él. A pepe padre y a Fátima le pasa algo parecido. Pepe padre y Fátima sienten muchas cosas al tenerse frente a frente. Con mucha dulzura, él la besa en las manos. No hacen faltan las palabras. Ella se da cuenta que lo quiere, que lo quiere como nunca imaginó que volvería a querer. Pepe hijo se acerca a su amigo y le dice:

--hola ¿que tal?

José Fernando no dice nada y es que mira a Rosario con odio.

--¡maldita zorra, maldita --dice para sí- seguro que está con él sólo por su cuerpo pero que no lo ama como lo amo yo¡¡¡maldita... si pudiera la mataría con mis propias mano¡¡¡¿y es que no se podían esperar a que yo no estuviera delante¡¡¡

Algo nervioso por la reacción del chico, Pepe, con mucha amabilidad, le pregunta sin pensar:

--¿no te acuerdas de mi?




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...