viernes, 2 de julio de 2021

Capitulo 4

 


Pepe va a comer a casa de doña Antonia varias veces en los días siguientes. José Fernando lo mira y suspira. Lo mira con ternura. Le entristece que no tenga mamá y le resulta muy simpático y aunque jamás han hablado remueve algo dentro de él. Son unos sentimientos muy suyos que le gustan pero también le asustan. Además el hijo de Fernando se siente muy atraído por el cuerpecito del guapo adolescente. No deja de pensar en su paquete en bañador. La cara se le ilumina cuando doña Antonia le dice:

--mi hija me ha dicho que a ver si volvéis un día a la piscina.

Ángel mira a Pepe y dice:

--¿vamos mañana?

--vale.

José Fernando está muy contento. No sabe si la invitación va también para él pero está contento por la posibilidad de ver a de nuevo a Pepe como más le gusta. La anciana mira al mayor de sus nietos y le dice:

--¿y tú vas a querer ir?

José Fernando hace que sí muy nervioso, no quiere que se le note lo feliz que está y cualquiera diría que no le apetece ir. Ángel y Pepe están seguro que no quiere estar con ellos y no le dicen nada.



Al día siguiente, José Fernando está nervioso esperando el momento que su padre lo lleve a casa de su hermana. Fernando está discutiendo con su esposa.

--Creí que iríamos juntos a dejar al niño y luego pasaríamos por el cementerio. Dijiste que hoy iríamos a limpiar la tumba de tu padre, se lo prometiste a tu madre.

--No, le prometí que hoy se limpiaría, eso de la limpieza es cosa de las mujeres. Eres tú la que vas.

--¿¡sola?¿pero sí no sé donde está el cementerio? ¿está cerca?

--¡pues, está muy, muy lejos. Está en las afueras del pueblo. No vas a poder ir a pie.

--¿¡y entonces?¡¡¿cómo quieres que vaya?¡

--¡ese es tu problema¡¡¡yo no tengo la culpa de que seas idiota¡¡no nos esperes para comer¡

Fernando se va a buscar a su hijo. Fátima le sigue detrás:

--¡no me dejes así, yo aquí no estoy pintada¡

Fernando la mira y con desprecio le dice:

--¡ojalá estuvieras pintada¡

Fernando se acerca a su hijo. Lo trata con mucho cariño.

--¿ya estás listo?

José Fernando está tan emocionado que se le olvida darle un beso a su madre. Fátima lo llama triste:

--hijo, ¿no me das un beso?

José Fernando se iba a acercar a su madre pero Fernando se pone en medio y lo impide:

--¡llegamos tarde¡

José Fernando no quiere desobedecer a su padre porque teme que si lo hace no le lleve a la piscina y se va dejando a su madre envuelta en un mar de lágrimas. Fátima se queda sola muy triste hasta que su suegra con desprecio le dice:

--¡¡qué haces ahí de vaga¡¡¡¡¡tienes que limpiar la tumba de mi marido¡¡¡el cementerio está muy lejos y yo no puedo ir¡¡

Con respecto Fátima le dice:

--sí pero es que mi marido se fue ¿¡cómo voy a ir yo sola?¡¡

Con mucho desprecio doña Antonia le dice:

--¡¡las catalanas no servís para nada. Todas sois una cualquiera, sólo servís para atrapar a un hombre¡

Molesta Fátima levanta la voz y le dice:

--¡a mi no me falta al respeto¡

La anciana se hace la víctima:

--¡¡¿me vas a pegar¿¡¡¡sólo esto me faltaba¡ Además de  golfa eres una salvaje¡

Para no discutir Fátima deja sola a la anciana.




José Fernando está solo en la piscina. Está muy ansioso. El tiempo se le hace eterno. En eso que del interior de la casa salen como locos Pepe y compañía. Van como locos al agua pero a José Fernando le da tiempo para disfrutar de la vista que tanto le gustó. Ángel y Kiko llevan unos flotadores negros muy grandes y se tiran al agua con ellos. Empiezan a jugar con ellos. José Fernando sigue a Pepe muy de cerca. Aunque no le dice nada está atento a cualquiera de sus movimientos. Está pendiente por si se le escapa algo. El bañador le queda tan estrecho y parece que en cualquier momento se le va a reventar. El deseo cada vez va penetrando el tierno corazón del hijo de Fátima.



*padre de José Fernando



*Padre de Pepe


En un taxi, Fátima ha ido hasta el cementerio. El lugar es enorme, algo que le sorprende. No se lo esperaba.

--cómo un pueblo puede tener un cementerio tan grande. No sé ve el final para nada, parece que no termine nunca¿y cómo voy a encontrar la tumba que busco?


Cementerio

https://alcazardesanjuan.es/cementerio/


http://www.entrepiedrasycipreses.com/cementerio-de-alcazar-de-san-juan/ 






Don Pepe está en ese mismo lugar. Se acerca con mucha pena a la tumba de su esposa. Se arrodilla ante ella y le deja una rosa.

--cuando te fuiste yo me juré que nunca una mujer ocuparía tu lugar pero no sé como te lo vas a tomar, no sé si lo sabes, no sé si tu pusiste a esa mujer en mi camino.

El hombre no puede evitar ilusionarse al pensar en Fátima.

--tú has sido la única mujer de mi vida y sé que tú lo que quieres es que yo sea feliz. No sé tal vez seas una locura pero esa mujer despertó sentimientos en mi que creí muertos. Estoy seguro que lo que necesitamos el niño y yo es una mujer, una mujer que quite ese color de tristeza de la casa. Me gustaría pensar que tú has mandado un ángel en forma de mujer para hacernos felices. Ayúdame, ponla en mi camino de nuevo. Haz que la vuelva a ver.

Con nostalgia, el hombre pone su mano sobre la fría lápida y dice:

--estés donde estés nunca dejaré de pensar en ti. Una parte de ti siempre estará viva en mi.

El hombre se va de ese lugar con tristeza. Camina un rato y unas cuantas tumbas más allá se encuentra que Fátima está limpiando unas tumbas. El corazón del hombre se acelera:

--es ella, es ella --dice.

Tiene el rostro desencajado por la emoción. Quiere acercarse pero no se atreve.

--¿¡y que le digo?¿y que hago?

Pepe estaba acostumbrando a su mujer y ahora no sabe cómo acercarse a la atormentada Fátima.

--¿y si huye?¿y si cree que soy un mal hombre?

Pepe se la queda mirando suspirando, quiere acercarse a ella pero no se atreve.





Sin sospechar que su padre está pensando en otra mujer, Pepe está en la piscina nadando tranquilamente y siendo objeto del deseo de José Fernando. El guapo adolescente está jugando con los flotadores. Tiene uno en el cuello y el otro bajo su trasero como si estuviera en una colchoneta. Con sus brazos Pepe se va moviendo. Pepe se da cuenta de que el primo de su amigo lo está mirando aunque no le sabe ver el deseo. Para tratar de romper el hilo, Pepe salta del flotador y para decirle algo pues se le acerca con el flotador:.

--¿lo quieres tú?

Con la emoción y por los nervios, José Fernando se queda callado, no sabe qué decirle. Está feliz de tenerlo cerca pero es demasiado fuerte lo que cuesta. Le dice que no pero la voz le sale brusca. Pepe se lleva un chasco, le da la impresión que al chico le molesta su presencia y lo deja solo.



Pepe padre se queda mirando a Fátima sin atrever a decirle nada. Fátima recoge las cosas y cuando se iba a ir se encuentran cara a cara. Fátima se siente molesta herida por la forma en la que lo mira ese hombre y se da la vuelta pero Pepe se pone ante ella y muy simpático le dice:

--¿¡no se acuerda de mi?¡¡yo soy aquel patán que el otro día casi se le tira encima¡¡yo iba con la basura¡¡yo...

El hombre no puede acabar la frase ya que Fátima se vuelve a dar la vuelta pero Pepe no se resigna.

--¿Me permite un café?

--¡déjeme en paz¡

--La puedo acercar al pueblo.

--¡¡soy una mujer casada¡¡ --dice mostrándole la alianza.

Pepe se queda de piedra. No dice nada y la deja ir. Por dentro se maldice:

--¡eres un imbécil, claro una mujer como esa debería estar casada¡¡¿¡cómo no le vi el anillo?¡


José Fernando no sabe cómo acercarse a Pepe y además está dominado por el deseo. Están cerca en el agua. Lo quiere tocar como si fuera accidental y se lanza sobre él pero le sale demasiado brusco y Pepe se golpea en la rodilla con la pared de la piscina. Aunque le hace bastante daño lo que más siente es que se haya querido acercar al chico y éste lo atacara dolido le dice:

--¿¡que pasa?¡¡tanto te molesta que esté aquí?¡¡si quieres me voy¡¡¡

José Fernando se queda muy avergonzado. No sabe que hacer. No dice nada. Los amigos de Pepe están jugando fuera de la piscina y no se dan cuenta de nada. Pepe se siente desplazado y se va a un rincón molesto. Se queda quieto hasta que se le pasa el dolor de rodilla. José Fernando lo mira con culpa y pena. Le gustaría acercarse a él, decirle lo mucho que le gusta pero no se atreve. Cuando ya no le duele la rodilla, Pepe sale del agua y como nadie le hace caso se acerca a sus amigos y le dice:

--¡me voy ya que se me hace tarde¡

--¿te pasa algo? --le preguntan los otros.

--No, no... ya me voy.

Pepe camina hacia el lugar en el que está su ropa, sus amigos fulminan con la mirada a José Fernando y se van tras Pepe. José Fernando se queda solo y triste. Le duele pensar que el chico que más le ha gustado en su vida está molesto con él pero no sabe como aclarar las cosas y además no quiere que nadie sepa lo que está sintiendo.




Pepe llega a su casa. Se sorprende al encontrar a su padre triste en el sofá. Don Pepe fuerza una sonrisa.

--hola, papa ¿qué te pasa?

Pepe le da un beso a su padre. El cariño de su hijo le reconforta.

--¿por qué estás tristes?¿pensabas en mamá? Yo también la echo de menos--le pregunta triste.

Don Pepe lo acaricia y le dice:

--Tu mamá nos dejó muy solos. Nos hace mucha falta.

--pero nos tenemos el uno al otro. A mi me basta con tu cariño dice el adolescente para que su padre no se dé cuenta de que sufre-- ¿a ti no?

--si claro, nos tenemos el uno al otro.

Padre e hijo se abrazan.


Más tarde, Fernando se enfrenta a su esposa ya que su madre le ha contado a su manera lo que pasó:

--¡¡¡Mi madre le dijo que le quisiste pegar¡¡

--¡Eso es mentira, tu madre me faltó al respeto¡¡

--¡esto es el colmo¡ tú no eres nadie ¡que no se te olvide¡ ¡Ella es la señora y tú una arrimada¡

Fernando la mira con odio y Fátima está deshecha.




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Final

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