Capitulo 29

 Rosario entra con José Fernando en su hotel. Ella está algo asustada pero él hace lo posible por ganarse la confianza de ella.

--tranquila, ya te dije, me había quedado dos habitaciones conectadas una con otra y como no sabría si vendría solo hasta el último segundo por no anulé la reserva y que bueno.  Seguro que mi padre desde el cielo fue el que me iluminó para que tuviera una habitación para ti. Él quería mucho a tu familia.

La amistad que ha habido entre las dos familias le da confianza  

--gracias, eres muy bueno.

--Por la amistad que unió a mi padre y tu hermana es mi deber ayudarte. A ellos les gustaría.

Rosario se sienta en la cama:

--tengo la garganta seca.

--Tengo una botellita de agua en mi habitación, ahora te la traigo.

José Fernando entra. Sonríe. Lo tiene todo preparado. Hace polvo de dos somníferos y los mezcla con el agua que le da a la atormentada novia:

--bueno, si necesitas algo. Ya sabes donde estoy.

José Fernando sonríe dulcemente, observa atentamente como la novia bebe de esa agua, los ojos de él brillan…

Mientras, Carmelo y Antonia llegan a la casa discutiendo.

--¡¡es que yo no se que te pasa con esa mujer¡¡¡después de abandonarnos ¿¿¡que más te da lo que le pase?¡¡¡ --Carmelo.

--pero es que es nuestra tía. No me puedo creer que a ti no te importe que esté sufriendo.

--¡¡se lo merece¡¡¡

--no me gusta que le guardes tanto rencor.

Ella habla con cariño. Él enojado.

--¡¡¡¿¿y tú porqué la defiendes?¡¡¡¿Por qué me llevas la contraria¡¡

--tú sabes que eres muy importante para mi.

Él la mira algo decepcionado:

--ahora ya no estoy seguro, si no no te pondrías en mi contra.

--debes entender que ninguna novia se merece que le pase algo así en su boda.

Llorando de rabia el guapo adolescente dice:

--¡¡¡¿¿y nosotros sí merecíamos que nos abandonara?¡¡¡era la única que nos podía cuidar y nos dejó solas con el borracho de papá¡¡¡

--pero ya volvió, deja que nos explique.¡

--¡¡¡ella no tiene que explicar nada¡¡¡cada uno tiene lo que se merece y me alegro que sufra¡¡

Carmelo habla con rencor pero hay un gran dolor dentro de él como si supiera que era su madre la que lo abandonó. 

--pues yo pienso averiguar donde está, que sienta que no está sola. Me gustaría saber de ella.

Furioso el chico dice:

--¡¡te lo prohíbo, no puedes hacer eso¡¡

Grita pero más bien de dolor. Es una imposición hecha desde el sufrimiento por haber necesitado de una madre, la madre que Rosario no supo o no quiso ser.

--no me puedes hacer esto --dice Antonia llorando.

--¡¡claro que puedo¡¡¡sí le hablas te olvidas de mi¡¡¡olvida que soy tu hermano¡¡

Antonia lo mira muy dolida.

Pepe llega muy triste a su casa. Cierra la puerta de un portazo y mientras se saca la corbata dice:

--¡¡nada de Rosario¿¿¡cómo si se la hubiera tragado la tierra¡¡

Su padre le hace gestos para que se calle. El novio no entiende porque no puede hablar alto si se supone que están solos.

--vas a despertar a tu hija --susurra.

A Pepe hijo se le desencaja el rostro:

--¿¿¡es un broma?¡¡

Pepe padre nuevamente le pide silencio:

--tu hija está dormida. Ha sido un día duro para ella, deja que duerma.

Pepe habla alterado procura calmarse por orden de su padre:

--¿¡están aquí?¡

--claro ¿Dónde querías que fuera?

Pepe mira muy dolido a su padre:

--esa mujer arruinó mi boda.

--María Belén no tiene la culpa de nada.

--¡¡no es mi hija, no puede ser mi hija si yo no me acuerdo que me acostara con la madre¡¡¡

--Lleva mi sangre, lo siento y me extraña que tu no.

--bueno, sí, su mirada me es familiar pero ...dice aturdido…

--hijo, no abandones a tu hija. Ahora ella es lo primero. Rosario entenderá que una cosa no tiene nada que ver con la otra. Ya os podréis casar otro día. Ahora lo primera es solucionar lo de la niña y de momento se queda aquí.

--Pues yo no pienso vivir en el mismo lugar que esa mujer.

Aunque Pepe trata de retener a su hijo, de averiguar dónde va no puede. Sandra sale de un cuarto, se hace la buena:

--no sabes como lo siento, yo no te quería causar problemas con tu hijo. Será mejor que me vaya.

Pepe padre la trata ya como a una hija:

--No, debes entender que no has actuado bien pero María Belén es mi nieta. Yo sé que es así y será reconocida como tal.

Sandra sonríe haciéndose la buena por dentro se está riendo del hombre:

--vaya --dice para sí divertida- así que todas esas tonterías de la llamada de la sangre es verdad. Este pobre imbécil está convencido que la niña es su nieta porque en realidad es su hija…¡¡¡y es que me tengo que felicitar, fue una genial idea robarle la niña a esa estúpida que me robó lo que me correspondía a mi, todo lo que fue de Fernando que por algo lo soporté por años pero ya me vengué y ahora no sólo lo robé algo suyo sino que gracias a su bastarda voy a vivir como una señora. Ya nunca tendré que trabajar y no me va a faltar nada¡¡

--esta es tu casa. Es la casa de tu hija y por lo tanto la tuya. Te puedes quedar todo lo que quieras,  yo no me quiero separar de tu hija… --Pepe.

Carmelo entra en su cuarto molesto con su supuesta hermana porque no se ha puesto de su lado. Se saca ese traje con furia, va tirando la ropa maldiciendo a Rosario:

--¡¡te odio maldita, nunca debiste haber vuelto¡¡¡primero nos abandonas y ahora vuelves para separarnos a Antonia y a mi. ella y yo nunca habíamos discutido y eso nunca se lo voy a perdonar¡¡

Carmelo siente que se está rompiendo esa unidad que había entre él y la adolescente. Llora de rabia. Se desabrocha los pantalones, ya está desnudo de cintura para arriba. Se abre la puerta precipitadamente, Carmelo se avergüenza a ver que es Antonia, se sujeta bien los pantalones para cubrir su desnudez. Antonia entra dispuesta a todo:

--Te elijo a ti pero de la manera que yo quiero--dice apasionada.

Él la mira nervioso, enamorado.

--¡¡estás loca, no debes estar aquí, estoy desnudo y papá debe estar por llegar¡¡

--¡¡no me importa. Ya no me da la gana de callar, yo te amo, yo estoy enamorada de ti¡¡

--¡¡estás loca. Eso es pecado, no se puede somos hermanos¡¡

--¡¡¿y porque sí yo siento que te puedo amar, que nada nos separa¡¡?

--¿¡¡porque estás loca¡¡¡ ¡¡vete¡¡¡ --dice con un fuego que lo quema y lo angustia. 

--dime que no me amas y me voy.

Antonia se abraza a él que al sentir el calor del cuerpo de la chica se le cae los pantalones y se queda en calzoncillos frente a ella. Los dos se miran con intensidad.

--vete antes que pase alguna locura de la que nos vamos a arrepentir toda la vida --jadea él.

Ella se desnuda y une su cuerpo al de él… Los dos tiemblan pero no pueden luchar contra su corazón, contra su instinto.

Mientras Pepe se ha refugiado en casa de su amigo Ángel.

--no te quiero molestar.

--tranquilo, en realidad estoy solo…

--¿y tu esposa?

--se me perdió en la boda.

Ángel no le quiere hablar de sus problemas y Pepe necesita desahogar los suyos. Hablan de Sandra.

--Una madre no mentiría en algo así y está tu padre que él cree en ella.y ya sabes lo que dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Pepe está desesperado:

--¡¡yo me acordaría si estuve con ella¡¡¡

--no si estabas borracho .Esa mujer te tenía loco. No es posible que dudes que te acostaste con ella. Su hija es tu hija, yo no lo dudo.

Pepe está muy confundido.

Aprovechando que Pepe padre está dormido y su hija también, Sandra sale de la casa. 

Por su lado, Carmelo y Antonia han hecho el amor. Ella está feliz en la cama. Él se levanta desnudo y lleno de remordimientos. Se pone solo unos jeans a toda prisa.

--¡¡¡Esto que hemos hecho no está bien¡¡¡¿¿Por qué me has provocado?¡¡¡mira lo que ha pasado¡¡

---nos amamos, ha sido la primera vez de los dos… --dice enamorada.

--¡¡es pecado. Diosito nos va a castigar a los dos¡¡ --dice Carmelo llevándose las manos en la cabeza.

--Díos no condena el amor,  por algo él hizo que nos enamorémonos…

--¡¡no, esto no es cosa de Dios¡¡¡es pecado¡¡¡hay cosas y cosas¡¡¡

--pero ya es tarde. Yo he sido tuya. Llevo tu marca en mi cuerpo, tu aroma.y tú has sido mío. Nos pertenecemos el uno al otro…

Antonia lo quiere abrazar pero él sale a medio vestir…

Justo en la carretera de enfrente al edificio, Kiko va en su coche. A su lado va Gabriela. Están discutiendo.

--esto no está bien. Además no me gusta dar dinero a una mujer por acostarme con ella…

Ella se hace la ofendida:

--¡¡no me trates como si fuera una cualquiera¡¡¡es un préstamo¡¡¡

--¿¿y porque no se lo pides a tu marido¡¡¡

--¡¡pero bien que disfrutas haciéndome el amor pese a que soy la esposa de tu mejor amigo¡¡

Carmelo sale de su casa a toda prisa, Kiko no está pendiente de lo que hace y se lleva por delante el muchacho ante el grito de horror de Antonia. Carmelo que queda en la carretera sin conocimiento y con la cabeza ensangrentada.

Sandra llega al hotel.

--¡¡por fin¡¡¿¿Dónde estabas? --José Fernando.

--tengo prisa, ¡¡vamos allá¡¡¿¿está dormida¡¡?

--sí.

--¡¡pues desnúdate mientras yo la desnudo a ella y te explico lo que tienes que hacer¡¡