Capitulo 15

 

Pepe y Rosario se encuentran al pasar una esquina y él iba a cambiar de lado pero ella lo llama

--¡se puede saber lo que te pasa conmigo, yo no te he hecho nada¡¡¡porque me odias¡?

Pepe resopla y la mira. Quiere ser contundente pero no grosero.

--¿y yo qué te he hecho yo?¡¡no somos amigos, no somos nada¡¡¿qué empeño tienes tú en perseguirme?¡

Rosario lo mira llorosa:

--es que yo...

--Mira a mi no me hagas drama, tú eres libre de acostarte con quien quiera y bueno aunque yo creo que eres aún una niña para comportarte como una cualquiera pues no soy yo quien para juzgarte.

Pepe se va y la joven se queda llorando. Se acaba refugiando ante el altar de la virgen de la que lleva el nombre a la que reza con devoción:

--¿qué es lo que hago mal? ¡ayúdame¡¡ayúdame para que Pepe sea mío¡¡yo lo amo, tú sabes que lo amo¡

Estar ante esa imagen, llega a casa más tranquila. Su hermana se vuelve loca ya que los dos pequeños que ya tienen dos años andan a las carreras haciendo travesuras. Casimiro llega y se enfada porque la comida no está en la mesa.

--mi amor, en seguida te la pongo.

--¡no, esa no es la cuestión es que tú no tienes que estar todo el día cuidando a los niños... para eso está Rosario¡

La adolescente mira a su cuñado asustada. Pollo le reclama:

--¡¿es que tú has olvidado tus responsabilidades¡¡ ¿¡No piensas estar ni dos minutos con Carmelo¡?

Fina se ha comportado como la madre de los dos pequeños y no se han establecido los lazos madre e hijo con la adolescente. Rosario no sabe qué decir. Fina calma a su marido.

--¡no seas injusto, Rosario tiene que estudiar y hacer una vida normal de una joven de su edad¡

--¡pues que se comporte como tal¡

--Mi Pollo --dice Fina intentando calmarlo-- las cosas están funcionando bien, si hoy no está la comida en la mesa es porque tú has llegado antes de hora.

--¡ahora resulta que la culpa es mía¡

--¿porque estás tan molesto?

--¿¡te parece poco? te la pasas con los niños y de mi no te preocupas¡

Casimiro se encierra en su habitación y Fina se queda llorando. Rosario la mira sin saber qué decir, los niños también. Rosario mira al niño extrañada, no se acostumbra a que ese niño nació de ella.

Llorosa Fina le pide a su hermana que se lleve a los pequeños a la habitación. Fina pone la mesa a su marido pero éste no sale hasta que su esposa está en la cocina. Fina se queda frustrada. No sabe bien porque pero piensa en esas flores que antes siempre recibía de Fernando pero que ahora ya hace mucho que no recibe.

Al día siguiente, Rosario está paseando cuando es asaltada por Ángel. El chico pretende llevarla a la cama. Rosario se siente ofendida por la forma en la que el adolescente la mira.

--¡yo no sé que te has creído, yo no soy una cualquiera¡

--¡si no hacemos el amor le diré a todos, en especial a tu hermana que te acostaste con mi amigo kiko¡

--¡eres un imbécil¡

--¿¿cuántos hombres ha habido en tu cama?¡

Rosario se va corriendo. Ángel va con kiko. Le pide que le ayude con Rosario.

--he venido sólo por eso, pero no me puedo quedar. Mañana tengo que volver a Madrid.

--sabes, ya sé cómo lo vamos a hacer.

A Ángel le brilla los ojos. Kiko toma su cuaderno en el que tiene una redacción de Pepe.

--esto debe quedar entre nosotros. Pepe no debe saberlo.

Ángel dice que sí mientras su amigo falsifica la letra de Pepe. 

Rosario pasa el día en su casa muy angustiada. Teme que en cualquier momento Ángel cumpla su advertencia y va a abrir siempre que llaman al timbre. Sus temores se cumplen al ver un sobre pero la tranquiliza ver que es para ella. Es una nota firmada por Pepe en la que el muchacho le dice que si no se acuesta con Ángel el próximo anónimo será para su familia. Duele más el chantaje de su amado que el hecho que descubran su secreto. Tiene en su poder un pergamino en el que firmaron todos los chicos de la clase de Pepe, ella compró un ejemplar a uno de sus compañeros y lo guarda como el mayor de los tesoros. Comprueba la firma y se muere de rabia ya que las ve iguales.

--¡¡pues si Pepe quiere que sea una cualquiera lo voy a ser¡¡

Aunque le tiembla el pulso, Rosario llama a casa de Ángel, él espera esa llamada ansioso. Va hacia la casa de kiko feliz. Al rato Ángel se retuerce de placer desnudo en esa cama después de que fuera su estreno como hombre, Rosario se viste con vergüenza:

--¡no te quiero volver a ver, imbécil¡

Con ironía el chico le dice:

--¡no, el que no te quiere volver a ver soy yo¡ ¡me dan asco las guarras como tú¡

Rosario se va furiosa dispuesta a reclamarle a Pepe. El chico no entiende los reclamos de Rosario que al él abrir la puerta le dice:

--¡eres un imbécil no sé cómo me enamoré de ti, ya me acosté con tu amigo Ángel como tú querías¡¡¡que pasa que no eres hombre de acostarte conmigo y por eso me mandas a tus amigos¡?

Pepe no entiende nada:

--¿de que hablas?

Rosario lo abofetea y se va pero Pepe se va tras ella.

--¡¡¡¿tú quien crees que eres para pegarme?¡¡¡estás mal¡¡¡estás loca¡¡a mi me da igual con quien te acuestes, no me reclames, al menos cobra ¿no?

Rosario se va y Pepe entra en la casa furioso. Su padre le interroga.

--¿quién era esa chica con la que tanto discutías?¿tu novia?

Pepe se enfada demasiado:

--¡¡yo con esa loca¡¡¡¿qué te pasa papá?

--¿y porque discutías? Ya sabes que los que discuten...

Pepe no lo deja seguir:

--¡¡ni lo digas¡

--¿y porque te enfadas tanto?¡

--¡yo no me enfado nada. A mi no me gustan las niñas¡

--¿ah no?¿eres gay? --pregunta con ironía.

Pepe está muy molesto:

--¡¿qué te pasa?¡¡a mi me gustan las mujeres¡¡

--¡hay que me parece que ya he conocido a mi nuera¡¡ --don Pepe riendo.

--¿¿yo con esa?¡¡¡antes muerto¡

Pepe se va encoleriza, su padre lo mira y sonríe con una tierna sonrisa.

--le gusta, a mi hijo le gusta esa muchacha.

Rosario llora por esta nueva humillación. No entra en la iglesia porque no cree que se lo merece pero no se arrepiente de lo que ha hecho. 

--¡si eso es lo que quiere Pepe lo tendrá y que no me lo vuelva a pedir porque me acuesto con otro¡¡si le gusta humillarme pues le daré gusto¡

Pepe llama a su amigo Kiko. Kiko y Ángel se ponen nerviosos.

--¿Ángel está aquí? me han dicho que se ha acostado con Rosario.

--Pues sí, es que esa niña es de lo peor. Lo vio y se le regaló sin más. Es una enferma. Nunca conocí a una chica tan guarra. 

Pepe no descubre la trampa de los dos amigos ya que cuando Kiko le pregunta si le molesta Pepe contesta a la defensiva:

--¡para nada¡¡¿qué te pasa?¡¡

Y cuelga muy, muy molesto.

--¡yo nunca tendría nada con esa cualquiera, nunca, nunca¡¡¡ --grita.

2 años y medio después...

Fernando está en un hotel de Barcelona. Entra muy nervioso en la habitación. Dentro lo espera Fina. Fernando la mira feliz.

--¡no me puedo creer que me hayas llamado para engañar a tu marido¡¡que hayas hecho un viaje tan largo para esto¡

--¡es que él me trata mal y yo... necesito de tu dulzura¡

Aunque Fina le pide que sea dulce él es tan bruto como sólo sabe serlo y aunque Fina le pide que pare él no la escucha y le somete bruscamente. Fina llora mientras él se viste a toda prisa.

--¿por qué me has hecho esto? Yo creí que eras diferente.

Fernando la mira burlón:

--ya estás vieja y no sirves para más. Me he cobrado una vieja deuda y si no te gustó pues es tu problema. Yo no tengo la culpa que ya no excites a los hombres. Te he hecho un favor pues ya como mujer no vales nada. Ahora vuelve con tu marido y si sabes lo que te conviene te calles.

Fernando se va y Fina se queda llorando y llena de culpa.

--¿¿qué hice?¿qué hice?¡

Fernando sale del hotel muy contento, Sandra lo ve desde su coche.

--lo sabía, en este hotel de mala muerte no se puede hacer nada más.

La joven aprieta el acelerador y desaparece sin ser vista:

--¡no me vas a dejar, seguro que es por esa tipa que ya no me vienes a ver. Te voy a cobrar por todos tus desplantes, de mi no se ríe nadie¡

Arrepentida por ese desliz que le pedía su frustración ya que su marido cada vez la ignora, Fina se va del hotel dispuesta a volver a su casa. No puede dejar de llorar. Ahora lo que más le asusta es que su marido se dé cuenta de lo que ha pasado y le quite a los niños. Sale del hotel escondiéndose.

Sandra ha llegado hasta el estudio de un chico, gordo y feo, que se nota que se muere por ella. La chica intenta usar su cuerpo para que él haga algo que no quiere.

--tu siempre presumes que sabes como un médico,  seguro que tienes un medicamento que me sirva para lo que quiere.

--si pero no está bien --jadea él mientras ella toca sus partes bajas.

--es que yo estaría contigo pero me gustaría que fueras tan listo como presumes.

--¿te acostarás conmigo si te doy lo que quieres? --pregunta con cara de degenerado.

--claro --ella coqueta..

él le da un frasquito.

--¿Seguro que parecerá muerto? --ella

--Cualquier médico lo creerá así. Parecerá que le ha dado un infarto fulminante y lo darán por muerto sin problemas pero despertará en menos de 48 horas ¿qué pretendes hacer con esto?

--es para gastar una broma.

--Júrame que no harás nada malo.

--Te lo juro y ahora disfruta de tu premio.

Sandra se acuesta con el chico y aunque le da asco disfruta por su venganza.

Fernando está en casa de Sandra esperándola dispuesto a hacer el amor con ella. Esto aviva el odio de ella. Hacen el amor. Después él se toma unas copas en las que previamente ella introduce gotas del líquido que le dio su amigo. Fernando se va sin sospechar nada. Sandra sonríe. Los efectos son bastantes rápidos, justo al salir en la calle el hombre cae como muerto.

La noticia de la muerte de Fernando llega en seguida a casa de Fátima. A pesar de que la relación con el hombre no era nada buena, madre e hijo se impactan mucho por la noticia. Es el joven al que le toca dar la triste noticia. Llama a su tía para que ésta se encargue de comunicar el fallecimiento del hombre al resto de la familia. La mujer pide que los restos de su hermano sean trasladados al pueblo. A pesar de su pena, a José Fernando se le ilumina la cara pensando en Pepe. Le asegura a su tía que así se hará. Luego va a atender a su madre.

--tenemos que ir a la funeraria, hay que hacer los trámites para que papá sea trasladado al pueblo.

--yo no quiero enterrar a tu padre en ese pueblo.

José Fernando no piensa en otra cosa sino en volver al pueblo y dice:

--la decisión ya está tomada, la tía ya hace los trámites ahí.

Fátima se entristece por sentirse desplazada por su hijo que no hace más que pensar en Pepe.