Capitulo 12

 

José Fernando toma el teléfono. Al otro lado del hilo un chico pregunta por Ángel. 

--no está --dice el joven nervioso.

El primo de Ángel se estremece ya que reconoce la voz de Pepe. Le quiere decir muchas cosas pero no se atreve. Ni siquiera le dice que sabe quien es. 

--¿puedes anotar un número para que me llame? --dice Pepe distante.

José Fernando no dice nada sólo anota el teléfono que Pepe le dicta. En seguida cuelga el teléfono. Se queda triste, con una gran sensación de vacío. Se recrimina por no haber aprovechado la ocasión de hablar con el muchacho que le hace suspirar. Doña Antonia se le acerca.

--¿quién era?

--Era Pepe, me ha dado este número de teléfono para que Ángel lo llamara. 

La anciana mira el teléfono:

--no es de por aquí, no es de la Mancha. Se debe haber ido de vacaciones, no sabía nada.

José Fernando se queda muy triste. Se encierra en su cuarto y se pone a llorar:

--se fue, se fue y yo no lo sabía.Ni siquiera me dijo nada.

Don Pepe sale de la ducha y se acerca a su hijo:

--¿ya hablaste con tu amigo?

--no, no estaba pero le dejé el teléfono.

--¿con doña Antonia?

Pepe no quiere nombrar al hijo de Fátima ya que no quiere recordar a esa mujer que vio con su padre:

--sí, con ella misma.

José Fernando pasa el peor verano de su vida ya que tenía la esperanza de ver a Pepe pero regresa a casa frustrado ya que está seguro que nunca verá al guapo adolescente. Fátima tiene la ilusión de que con la distancia su marido la haya extrañado y las cosas mejores.

--supongo que tu padre ya nos estará esperando. Tengo unas ganas de verlo...

Fátima y su hijo están en el aeropuerto y no ven a Fernando por ningún lado. La mujer lo llama al móvil pero está apagado y es que Fernando se está acostando con Sandra. Fátima justifica a su marido.

--pobre, debe tener mucho trabajo. Seguro que nos espera en casa, vamos en taxi.

Fátima llega con su hijo seguro que en su casa está su marido pero éste no llega. No aparece hasta medianoche y se encuentra con su esposa durmiendo en su cuarto. No la esperaba, no se acordaba que llegaban. Fátima se despierta y mira amorosa a su marido pero con desprecio él le dice:

--¡¿que haces en mi cuarto?¡

Fátima se le abraza:

--es que te he echado de menos ¿tu no?

Fernando se la saca de encima brusco:

--¡me hubiera gustado que te quedaras a vivir con mi madre, así no me molestarías a mi y serás útil en algo¡¡

Fátima muy triste le dice:

--pero mi amor, te amo tanto.

De muy malas maneras, Fernando saca a su esposa del cuarto y le cierra la puerta en las narices. Fátima entra en su cuarto llorando desesperadamente. En medio de su angustia y sin saber porqué se acaricia el labio y piensa en el beso que le dio Pepe padre.

--nunca un hombre me había tratado como él.

Ella misma se recrimina sus pensamientos por ese hombre:

--¡estoy casada, no puedo estar pensando en otro hombre, no puedo¡¡¡no me gustó, no me gustó ese beso¡¡¡yo amo a mi Fernando y él me ama tanto como yo a él¡

Pepe y su padre llegan al pueblo. Kiko y Ángel van a buscarlo.

--que bueno que has llegado para la feria. Así la pasaremos juntos los 3 --Ángel.

--¿cómo es que te fuiste así de repente? Me dijiste que no te ibas de vacaciones. --Kiko.

--si bueno. Cosas que pasan.

--¿Nos vamos a dar una vuelta? He conocido a una chica muy linda. Estoy seguro que voy a lograr que sea mi novia --Kiko.

Pepe se burla de él:

--¿novia? Pero si somos unos niños.

--pues ella tiene una amiga que, no se lo digas, pero le gustas tú.

Pepe está sorprendido:

--¿¡yo?¡

--pues sí la tienes loca, con esa tienes rollo seguro.

--a mi no me gustan las niñas.. A mi me gustan las mujeres como la que le vimos las tetas el año pasado¿te acuerdas?

Los tres se excitan mucho:

--¡cómo olvidar a Sandra¡¡era un mujerón pero alguien así nunca se fijaría en alguien como nosotros¡

Pepe se queda triste:

--pues sí pero juro que algún día la voy a conseguir... estoy seguro.

--¡no sueñes¡¡no la volveremos a ver¡ 

Pepe está ilusionado, no quiere perder esa esperanza.

--deja de pensar en tonterías, venga. Vamos a quedar. No me hagas quedar mal con esa niña. Mira que me gusta mucho.

--¿y porque no vas con Ángel? --Pepe.

--por qué a la niña le gustas tú y además él también vendría ya que son varias amigas.

Con cara de no apetecerle, Pepe dice:

--bueno, queda para un día de estos..

--¿y porque no dentro de una hora? --Kiko.

--¡¿ahora? no... ahora no¡¡se va a creer que estaba loco por verla¡

--claro que no, no seas tonto --Kiko.

--bueno, ya veo que hasta que diga que sí no me vas a dejar tranquilo

--haz lo que quieras... me voy a dar una ducha, os quedáis en tu casa.

Mientras se desnuda y se enjabona su cuerpo, el guapo adolescente no deja de pensar en Sandra:

--¿qué será de ella? ¿se acordará de mi?

Se toca pensando en ella.

La joven, mientras, se encuentra en la cama con Fernando los dos se revuelcan como bestias. Él se viste una vez ha quedado satisfecho y ella se enfurece:

--¿¡como me haces esto?¡¡te acuestas conmigo y luego te vas¡¡¿qué es lo que te crees de mi?

--¡ya sabes que no me gusta que me hagas escenitas¡

--¡sí pero es que no se vale que me dejes para verla a ella, para ver a tu esposa¡

--¡no es por ella, es por mi hijo¡

--¡pues no te creo nada¡¡

--¡pues me da igual¡

Fernando se va y Sandra se queda muy molesta:

--algún día me voy a cansar de todo esto y me voy a ir y luego me vas a buscar para darme mi lugar pero yo no te voy a hacer caso. Te voy a pagar con la misma moneda. --dice furiosa.

María Dulce ha ido a buscar a Rosario:

--¡tienes una cita, una cita con Pepe¡

--¿qué?

--¡sí, sí, ya lo tienes, ya lo tienes. Nada más llegar ha querido quedar contigo¡¡le gustas, le gustas¡

Rosario está muy ilusionada. La sonrisa se le borra del rostro ya que Pepe no le hace caso. Cuanto más se acerca la niña a él más se aleja y Rosario se da por vencida. Al llegar a su casa, las dos amigas hablan de eso.

--¿por qué me pidió una cita si luego no me hizo caso? --le dice Rosario llorando.

--tal vez deberías ser más lanzada con él.

--¿tú crees? 

--Hay chicos muy tímidos y esperan que seamos nosotras la que tomemos la iniciativa.

--¿y si crees que soy una cualquiera?

--eso será porque ha pasado algo y si pasa algo es que le gusta.

Rosario sonríe y ya piensa en la manera de tener algo con Pepe.

Pepe y Kiko salen al día siguiente para ir a buscar a Ángel y se encuentran con las dos amigas.

--¿mira quien te ha venido a buscar? --Kiko.

--¿cómo sabía cual era mi dirección?

Kiko lo mira con cara de bueno y se acerca a María Dulce y Pepe pone cara de fastidio mientras Rosario se acerca a él. Los dos se miran con timidez:

--la pasamos bien ayer ¿no?

Pepe mueve la cabeza nervioso. María dulce mira a su amiga como animándola a que haga lo que tienen pensando. Rosario cierra los ojos y se lanza para darle un beso en los labios pero no llega a tocarlos porque Pepe se aparta de ella.

--¿qué te pasa?¿qué haces?

Rosario se avergüenza y se va llorando. María Dulce se va con su amiga. Kiko se acerca a Pepe.

--ya la armaste, seguro que ahora Dulce no va a querer saber de mi con lo que me gusta esa niña  y todo por un beso.

--¡si pero en los morros¡ --dice con asco.

--¡pues mejor, que suerte. Ya me gustaría a mi que Dulce me besara de esa manera¡¡eres tonto¡¡

--¡a mi no me gusta que me besen las niñas¡

--¿¿y quien quieres que te bese un hombre?¡¡¡¡ no te haces muy buena fama si sigues así.

--¡¡no digas tonterías. A mi me gustan las mujeres y me gustaría que me besara una de verdad¡¡¡si Sandra fuera la del beso...

Pepe se queda como en las nubes, Kiko le da un golpe como para que despierte:

--¡no sigas soñando tonterías¡¡¡tienes que ser realista. Una mujer grande se va con los hombres grandes y nosotros nos tenemos que conformar con las niñas, deberías estar contento de que le gustes a una niña¡

--¡pues no estoy contento nada. A mi no me gusta esa niña¡¡nunca me va a gustar, nunca voy a tener nada con ella¡