viernes, 2 de julio de 2021

Capitulo 2

 



Fátima se desnuda ante su marido, trata de despertar el deseo en él pero él ni la mira. Se da la vuelta.

--cuando acabes apaga la luz --dice muy brusco.

Ella lo mira muy pícara. No quiere aceptar que su marido no siente nada por ella. Lo abraza pero él se retira de ella como si le diera asco.

--¡estoy cansando,  no vengas con tus tonterías¡

Ella lo vuelve a abrazar a pesar del fastidio que le produce a él.

--te necesito tanto ¿es que ya no te gusto?

--¡no fastideeeessss¡

--sabes me haría tanta ilusión tener un hijo. nuestro primer embarazo pues no lo disfruté,  ahora sería tan feliz de tener un hijo tuyo.

él se gira. Ella se alegra de haberlo hecho reacciónar pero pronto su alegría se torna tristeza cuando él la mira amenazante y le dice:

--¡ni se te ocurra, ya me obligaste a tener un hijo tuyo y ya tengo bastante. Por eso te tengo que mantener de vaga toda la vida pero otro no quiero. Además si me sale niña y se parece a ti... ¡no, con una cualquiera en la familia es suficiente¡

--¿¡porque te gusta humillarme?¡ --dice llorosa.

Fernando se levanta cubierto de la sábana y dice:

--¡ya me aburriste. Pensé darte la oportunidad de dormir contigo para que mi madre no se enterara de nuestros problemas¡

Fátima llora desilusionada:

--¿vas a dormir en otro cuarto como en casa? ¡ahora no puedes poner la excusa del trabajo¡

--¡tienes razón, y no voy a poner excusas... no te aguanto. Por tu culpa mi vida es un infierno. Lo único bueno que ha salido de todo esto es mi machito. No lo pienso dejar a solas contigo... a saber que ideas raras le meterás tú en la cabeza¡¡

--El niño es un niño muy sano.

--¡sí porque yo estoy encima de ti y así será. No voy a dejar que me lo eches a perder. Hasta que te mueras me tendrás que aguantar. Así tendrás tiempo para arrepentirte de haberte metido en mi cama para atraparme, es el castigo por ser una prostituta¡

Fátima le suplica que no le haga esto pero el hombre le da un empujón y la tira a la cama, se va dejándola destrozada.

Fernando entra en la habitación de al lado y se tumba desnudo en la cama. Piensa en una mujer: tiene un nombre clavado en sus labios, en su corazón: Fina. Se estremece al recordarla.

--¡por culpa de la estúpida de Fátima te perdí. Yo me acosté con tu mejor amiga porque tú me dijiste que no. Yo te amaba y te habría esperado toda la vida pero me tenía que desahogar y Fátima parecía tan estúpida, ¿cómo iba a imaginar yo la trampa que esa cualquiera me iba a dar? Y tú no quisiste ser mi amante, fuiste tan injusta. Tú le diste tu primera vez al estúpido del Pollo. Eres su mujer, su esposa pero una vez juré que ibas a ser mía y lo voy a lograr. Llevo años trabajándote y voy a aprovechar un momento de debilidad, una de esas crisis que tienen todos los matrimonios para hacerte mía y luego tendrás que ser mi amante siempre que yo quiera o te echaré de cabeza con el imbécil de tu marido.



A primera hora de la mañana José Fernando se está duchando pensando en Pepe.

--como me gusta como me gusta pero no tengo ninguna posibilidad de verlo desnudo. Es una pena que no vaya a mi clase. No lo veré ni en los lavabos y ni en un vestuario.

Se excita pensando en él y se hace tocamientos pensando en él. Eso lo relaja.

Mientras se va secando no deja de pensar en lo que siente:

--pero es extraño. No sé yo siento que hay algo más. Me gustaría que fuera algo mío, no sé me gustaría hablar con él.

José Fernando nunca ha tenido amigos, no sabe si lo que le pasa con Pepe es que lo quiere como amigo a parte que le apetezca verlo desnudo como a sus otros compañeros. Son unos sentimientos que se acercan mucho al amor.




Fernando ha salido a dar un vuelta por su pueblo. La ultima vez que estuvo era un adolescente feliz que iba detrás de Fina pero conoció a Fátima y todo se estropeó y se tuvo que ir con ella a su tierra, Barcelona,  para casarse. Alguien lo llama.

--¿¿Fernando?¿eres tú?

Fernando reconoce esa voz y no le gusta ese encuentro. El recién llegado (Ismael larosa) se muestra contento, su alegría sí es sincera. Los dos se abrazan. La alegría de Fernando es sólo fingida.

--Casimiro, que sorpresa --dice Fernando.

--¿Casimiro?¿qué pasó? Pollo, tú sabes que es así como me gusta que me llamen.

--¿y que tal?¿cómo te va las cosas? ¿no has podido ser padre, no? --dice con algo de burla.

--¡es que no sabes el gusto que me da verte. Supongo que sabrás por tu madre todo el tiempo que hemos buscado ese embarazo¡

--sí, sí yo siempre pensé que no eras macho. Yo a la primera y tú no has sido hombre para embarazar a una mujer.

--¿cómo crees? Pues ya ves que sí, cuando ya habíamos perdido las esperanzas pues... voy a ser papá.

--¿Fina está embarazada? --pregunta el otro con rabia.

Pollo abraza a su amigo entusiasmado confirmándolo la noticia. Los ojos de Fernando son de puro odio.


José Fernando pasa un mal día, ya que está muy ansioso esperando por Pepe. Está muy atento cada vez que alguien llama a la puerta y se angustia cuando pasa la hora de la comida y el guapo adolescente no ha aparecido. Teme que no regrese.

--¿y si no lo vuelvo a ver? Sólo me voy a quedar unos días. ¿y si lo de ayer era algo casual? 

La idea de no volver a ver a Pepe es algo que lo lastima demasiado. Quiere hablar con su primo, pedir salir con él y sus amigos, saber de Pepe pero no es algo que esté acostumbrado a hacer y sufre en silencio. A medio día se queda dormido en el sofá de la planta de arriba. Al despertar se sorprende al ver que uno de los brazos del viejo sofá está roto. Cuando doña Antonia trata de averiguar lo que sucede, Fernando dice:

--pues seguro que fueron Ángel y sus amigos que estuvieron aquí jugando.

José Fernando se queda triste.

--¡Pepe estuvo aquí¡¡ --piensa con angustia-- ¡¡sí, sí... vino y yo de imbécil estaba dormido y no me enteré. ¡¡que rabia¡

Lo del sofá queda olvidado en seguida pero José Fernando pasa una mala noche rabiando por no haber visto a Pepe.


Al día siguiente, Fernando despierta a su hijo:

--vamos que hoy iremos a casa de mi hermana. Así no te la pasarás aburrido. Ella no tiene hijos así que le hará mucha ilusión verte.

José Fernando no se atreve a decirle que pprefiere quedarse a esperar que venga Pepe y se levanta para acompañar a su padre con su habitual apatía.

--no, no tan rápido. Ponte bañador. Ella tiene piscina en la casa.

--¿bañador?

--sí, ¿no te puso tu madre bañador en la maleta?

--pues no, como aquí no hay playa.

Fernando se muerde la lengua para no insultar a su esposa.

--no importa, en el camino te compro uno.

Padre e hijo se van juntos. En ese momento Fátima estaba en el mercado y cuando llega se sorprende al no ver ni a su marido ni a su hijo. Le pregunta a su suegra por ellos pero la mujer se niega darle explicaciones...





José Fernando está sólo y triste en la piscina de su tía. Nada para no pensar. Está muy ansioso, si no ve a Pepe le da igual estar en un sitio u otro. Preferiría estar en la casa por si llega Pepe.

--¡hoy tampoco lo veré¡

En eso que llega su padre:

--hijo, yo te dejo solo. Luego te vengo a buscar, tu tía está en la cocina pero ahora llega tu primo y así podrás jugar con él.

La cara del adolescente se ilumina:

--¿vendrá Pepe también?--piensa.

Sus dudas en seguida se despejan ya que Ángel llega con sus dos amigos. José Fernando está muy contento. Pepe le sonríe muy simpático y José Fernando se emociona. Los chicos se sacan la ropa y se tiran al agua muy deprisa pero José Fernando se ha quedado clavado en el cuerpo de Pepe. Ver al adolescente en bañador es experiencia más excitante de toda su vida. Siente por primera vez un fuerte deseo y es que parece que el chico se haya metido una pelota de tenis en el bañador. Se le ve un gran bulto que no corresponde para nada a su edad. Es el de un adulto. Lleva un pequeño bañador que aún resalta más su grandeza de esa parte. José Fernando lo sigue con la mirada mientras Pepe sale y entra del agua. Le gusta verlo caminar con esa prenda tan pequeña, le parece que se le van a rebentar o que él no puede con el peso. Pepe se ve demasiado pequeño para un paquete tan gordo. No puede dejar de mirarle ese bulto. Es superexcitante. Se muere de ganas por sacarle el bañador.

--si esto es fuera una piscina pública... --va pensando.

No deja de mirarlo mientras piensa en si podrá tener oportunidad de ver al adolescente que tanto le gusta como su madre lo trajo a este mundo.




Fernando está cerca de la casa en la que vive Fina.

--estoy seguro que estas flores que le he mandado durante todos estos años no la han dejado indiferente. Aunque esté embarazada del cretino de su marido yo estoy seguro que hace muchos que no le regala flores.

De pronto su vista se centra en una niña que está jugando un poco más allá. A pesar que sólo tiene 12 años ya hace la delicia del hombre que la mira con cara de degenerado:

--hace mucho que no me lo hago con una tan tiernecita como esa y es que hoy en día si quieres estar con una virgen no puede ir buscando más allá. Cada día las mujeres son más cualquiera --va diciendo mirando a la niña con cara de degenerado.

En eso que ve como una mujer se acerca a la niña. Se sorprende al ver que es Fina cuyo vientre se empieza a abultar. La mujer lo reconoce y va hacia él:

--que alegría verte, ayer me dijo mi Pollo que viniste.

Fernando solo tiene ojos para la niña.

--¿quién es ese hombre? --pregunta niña.

--es un amigo de la infancia.

--¿y está niña?

-- es Rosario,  mi hermana. Vive conmigo desde que murieron nuestros padres.

La mujer le pide a su hermanita que bese a ese hombre y la niña lo hace con toda la inocencia del mundo. No se imagina del fuego que quema dentro de ese hombre.



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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...