Capitulo 27

 

Rosario está en el cuarto de Pepe vestida de novia. Está sola. A pesar de su felicidad por su boda no puede evitar estar triste ya que se siente sola. Pepe está feliz. Ha pasado la noche en casa de Ángel. Ángel y Kiko se miran burlones por el hecho que su amigo se vaya a casar con Rosario se la que no tienen buena opinión pero no dicen nada. El joven Pepe se sorprende al ver que llega su padre.

--¿Qué haces aquí? ¿porqué has dejado a Rosario sola?

--bueno, hijo, aunque yo vaya a llevar a la novia al altar, quise pasar a darte un abrazo. A acompañarte a la iglesia.

Padre e hijo se abrazan.

--Sabes, que bueno que estás aquí temí que no vinieras.  Como en los últimos años siempre encontrabas alguna excusa para no venir al pueblo

--¿cómo crees? Jamás me perdería tu boda

--yo sé que te pesa tu pasado

Con una sonrisa melancólica el hombre dice:

--no te voy a negar que me duele recordar a Fátima.  Yo deseaba tanto casarme con ella hubiera sido bonito celebrar una boda doble

Pepe sonríe a su padre con cariño:

--su hijo vendrá a la boda No sé ¿le vas a decir algo?

--No, ¿para qué? y tú tampoco se lo digas. No quiero manchar la imagen que él debe tener de su madre, debe pensar que su padre fue el único hombre de su madre. No tiene caso que ahora se entere de que su madre murió amándome.

El joven Pepe seca las lágrimas de su padre:

--No te quiero ver triste.

Pepe padre fuerza una sonrisa:

--hoy es día de felicidad

--y vete con Rosario, no quiero que esté sola y ya que su familia no la va a acompañar

--es que no sé porque tú has tenido que pasar la noche fuera de casa.  Ya vives con ella podías haber salido de la misma casa

--Porque así es más bonito y ella no tenía donde ir.

--bueno como quieras vamos ya.

Muy ilusionado, Pepe sale con su padre. Detrás de ellos Kiko con su familia y Ángel con su esposa.

En un hotel de las afueras, José Fernando, de traje y corbata, apura a Sandra para que se arregle. La mujer lleva un impactante traje rojo.

--que tú no eres la novia. No te arregles tanto

--hoy es un día muy especial todos se van a fijar en mi

--sí pero es que vamos a llegar tarde

El hombre está muy ansioso ya que él quiere llegar antes que el novio, le gustaría estar a solas con él.

--la iglesia está aquí al lado además es mejor que no nos vean juntos --Sandra.

--Tienes razón. Pepe no debe saber que yo tengo algo que ver con esto

La pequeña María Belén está algo confundida:

--¿Qué es lo que pasa?

José Fernando no sabe lo que decirle. Sandra la mira y fríamente le dice:

--muchas veces me preguntaste por tu padre, pues hoy lo vas a conocer

--¿mi Papá? Voy a ver a mi papa? --dice la niña ilusionada.

José Fernando quiere mucho a esa niña y le da pena engañarla con un padre falso.

--bueno es su hermano algo es algo --se dice para justificarse.

Además su obsesión por Pepe está por encima de todo. Sandra mira a su falsa hija y le dice con todo el amor maternal que le falta:

--¡¡pues así es hoy vamos a ver a tu padre a ese maluco que nos abandonó.

La niña mira llorosa a su mamá:

--¿mi papa no me quiere?

José Fernando se mete:

--claro que sí, tu papá te quiere mucho.  Lo que pasa es que todo es culpa de una mala mujer que los quiere separar, pero nosotros no lo vamos a permitir

La niña está algo aturdida pero se deja guiar por sus mayores:

--cuando yo te diga tú te tienes que acercar a tu papá y le dices papá y que no se tiene que casar con esa mala mujer--Sandra.

--pero si me ves a mi no me conoces --recalca José Fernando.

La niña va haciendo que sí con la cabeza desconcertada.

Antonia está discutiendo con Carmelo. 

--¿¿Dónde vas así?¡¡¿Por qué te has puesto así?

--Es el vestido que me compró mi tía ¿Por qué no te pones tú el traje que ella te compró¡¡

Carmelo la agarra del brazo y dice:

--¡¡tú no vas¡¡

--¡¡yo quiero ir¡¡ 

--¡¡tú y yo no tenemos nada que hacer en esa boda¡¡¡

--pero nos ha invitado y es nuestra tía, somos su única familia

--¡¡no, tú única familia soy yo¡¡¡ella nos abandonó¡¡

Antonia llora. Carmelo la acaricia:

--lo siento no te quería gritar ¡es que no entiendo porque defiendes a esa mujer¡¡

Antonia lo mira llorosa:

--últimamente me tratas muy feo, no me quieres.

Los dos adolescentes se miran con mucho amor. Sólo al sentirse ya se estremecen.

--no digas eso, nadie te quiere más que yo --le dice él con mucha ternura.

--¿entonces porque no vamos a esa boda?

--Por qué...

--No seas así. Va a ser una gran fiesta seguro que van a comer cosas que tú y yo nunca hemos probado.

El deseo de una buena fiesta empieza a ser más grande que el rencor.

--pero es que..

--hazlo aunque sea por m. iNo por ella, si quieres nos escondemos para que la tía no nos vea.

Carmelo acaricia la mejilla de su hermana. Los dos vibran y tienen que hacer un gran esfuerzo para controlar sus ganas de besarse.

--está bien --dice él-- pero que conste que sólo es por ti.

Antonia lo besa contenta. Es un beso que cae cerca del labio de él. Los dos se miran jadeantes. Se separan con dolor. Se miran llorosos. Se gritan con los ojos que se aman.

--iré a arreglarme --dice él.

El guapo adolescente se arregla en su cuarto. Antonia suspira.

--va a venir conmigo, va a venir conmigo

Se acaricia el labio pensando en el beso que se dieron semanas atrás..

--te amo, te amo.

A solas en su cuarto, Carmelo está desnudo y con el traje en la mano. Se estremece pensando en lo cerca que ha estado de Antonia.

--¡¡¡ES TU HERMANA ES TU HERMANA¡¡

Sonríe mientras se pone los pantalones. Se da un golpe en la cabeza con la pared en un intento de olvidar los malos pensamientos.

--¡¡¡no vas a de fiesta con tu novia no¡¡¡¡vas.con tu hermana¡

Pero mientras se abrocha los pantalones se dice:

--¿y porque lo siento así? ¿Por qué no siento que voy con mi hermana si no...?

La continuación le horroriza y no se deja continuar. Él mismo se ataca duramente:

--¡porque eres un enfermo, un enfermo¡¡

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José Fernando ya está en la iglesia. Camina de arriba abajo parece el novio. Está muy nervioso. Su corazón palpita fuertemente, casi se le va a salir de la garganta.

--¡¡es él¡¡¡ es él¡¡

Jadea sólo al ver a su amado pepe que se acerca a él.

--¡¡cómo lo amo, lo amo¡¡ --piensa.

Se queda clavado, tiembla. Pepe se acerca a él y muy simpático le dice:

--hola, ¿cómo estás? ¿has venido solo?

Hacía años que no lo veía y son tantas las cosas que José Fernando le quiere decir pero no le salen las palabras. Desea besarlo, gritar que lo ama pero eso nunca lo haría.

--¿no te acuerdas de mi? --Pepe.

José Fernando sonríe y hace que sí con la cabeza pero no dice nada.

--bueno pues yo me voy --dice Pepe entrando al templo.

Ángel saluda a su primo que se ha quedado como en shock. Vuelve a la realidad al ver a Carmelo. Le impacta mucho ver ese chico. Se acerca a él:

--¿¿¡quien eres tú?¡¡

Carmelo y Antonia se asustan ante la presencia de ese hombre que les reclama.

--¡¡somos los sobrinos de la novia ella nos invitó¡¡ --dice Antonia empujando a su hermano a dentro.

--ya te dije que no debimos venir --protesta Carmelo.

--Pero ya estamos adentro --Antonia.

José Fernando se ha quedado desconcertado por Carmelo:

--el sobrino de Rosario no puede ser ¡es el vivo retrato de mi padre, es más yo diría que se parece a mi¡¡

Las miradas de José Fernando se centran entre Pepe y ese adolescente que lo aturde. Y llega la novia del brazo de Pepe padre. Rosario y Pepe se miran emocionados. Se toman de las manos. Sienten ganas de llorar. Se susurra que se aman.

--si hay alguien que sepa de algo por lo que no se pueden casar que hable ahora o calle para siempre¡¡ --dice el sacerdote.

Se produce un silencio, Pepe y Rosario se miran enamorados seguros que nadie impedirá su boda. De repente la pequeña María Belén irrumpe llorando en el templo y acercándose a Pepe solloza:

--¡¡no te cases papá¡¡no te casas¡¡¡no nos dejes a mi y a mi mamá¡¡

Sandra está detrás de la pequeña triunfante. Rosario y Pepe están perplejos.