sábado, 3 de julio de 2021

Capitulo 28

 






La boda de Pepe y Rosario ha quedado paralizada. Todos se miran sorprendidos, estan perplejos por esa pequeña que llora y suplica a su papá que no las abandone a ella y a su madre.

--¿¿¡que es todo esto?¡¡ --pregunta Rosario a un sorprendido Pepe.

Pepe tiene el rostro desencajado por la sorpresa:

--¡¡no sé, no sé.¡¡¡

LA pequeña se lanza a las piernas del hombre:

--¡¡tú eres mi papá, tú eres mi papá¡¡

Pepe aparta la niña y le dice:

--eso no es verdad.

Rosario mira a Pepe llorando, María Belén saca la lengua a la novia y le dice:

--¡tú eres una maluca que me quieres separar de mi papá. Tú has separado a mi papá de mi mamá¡¡

Rosario se medio marea, el sacerdote la sostiene entre sus brazos:

--hijo, ¿que es todo esto?

--¡¡no lo sé, padre, no lo sé¡¡¡ --Pepe aturdido.

Pepe mira a Rosario y le dice:

--yo te juro...

Rosario mira a Pepe llorosa, no lo deja continuar:

--¡¡¡no me mientas, ¿como me has podido hacer una cosa así?¡¡

Pepe padre que está al lado de su hijo le dice:

--¿que es todo esto, hijo?

María Belén mira al padre del novio y le pregunta:

--¿tú eres mi abuelito?

Nadie sabe qué decir. Pepe se acerca a Sandra:

--¿que es todo esto?

Pepe la trata como si la conociera y es que aunque ya lo olvidara sí es cierto que reconoce en esa mujer a esa chica que tanto le atraía. Ángel y Kiko también se acuerdan de Sandra. Los dos amigos murmuran:

--¿sabes quien es?

--claro que sí.

Ninguno de los dos ha olvidado a esa chica que fue la primera mujer a la que le vieron los senos, segundos antes que se hicieran esas fotos desnudos.

--Yo aún tengo las fotos de ella. Pepe estaba loco por ella. Así que finalmente se la tiró y no nos lo dijo. --Ángel.





Los dos amigos hablan murmurando pero Rosario les lee los labios y es casi una confirmación.

--¿que hacemos hija? --le pregunta el sacerdote.

Rosario está aún en el altar:

--esto tiene que ser una pesadilla.

José Fernando, feliz porque todo está saliendo bien, no hace más que mirar a Carmelo:

--¿quién eres tú? --se pregunta.

Antonia está apenada por todo lo que le está pasando a su tía, quiere ir a consolarla pero Carmelo se lo impide:

--¡¡tú no tienes nada que hacer ahí¡¡

--pero es que la tía nos necesita, lo está pasando mal...

Con rencor el guapo adolescente dice:

--¡¡ella nunca estuvo cuando nosotros la pasábamos mal¡¡¡

--no puede ser que a ti no te importe lo que le está pasando a la pobre, debe ser horrible que te pase eso en un día que debería ser el más feliz..ñ

--¡¡pues no, no me importa¡¡

A pesar que demuestra sólo el rencor sí siente compasión por esa mujer que le despierta sentimientos contradictorios. Por un lado la rechaza, por otro lado le duele pensar que ella no lo quiere. Mientras en el altar, Rosario y el sacerdote no saben qué hacer. Pepe padre apoya a la novia de su hijo:

--¡¡todo esto es un malententido... mi hijo te ha amado toda su vida¡¡

Rosario no dice nada, tragándose su dolor sólo espera que alguien la despierte:

--esto tiene que ser una pesadilla, todo esto no debe ser verdad. --murmura con angustia.

Pepe padre trata de consolarla pero ella lo rechaza. El novio se enfrenta a la intrusa con desesperación:

--¡¡estás mintiendo. Entre tú y yo no pasó nunca nada¡¡

Sandra hace la que llora. Es una actuación tan convincente que hasta José Fernando se la creería de no saber la verdad.

--¡¡vale que me niegues a mi pero no a tu hija ¡Es tu sangre¡ ¿cómo puede ser que no te veas en sus ojos? Tiene tu misma mirada¡¡

Sandra toma a su hija que llora y la pone frente a Pepe. María Belén mira a su hermano llorando y le solloza:

--¿porqué no me quieres, papá?



La mirada de la niña se le clava en el alma. Es una mirada que conmueve tanto a Pepe padre como a Pepe hijo.El llamado de la sangre es muy fuerte. El padrino deja sola a Rosario y se acerca a la niña. Sus ojos están reflejados en los ojos de ella. Se arrodilla ante ella, la acaricia con mucho amor. La abraza. Sandra y José Fernando se miran de reojo con cierto nerviosismo. José Fernando teme que el hombre lo descubra todo. Pepe padre se levanta y al oído le dice a su hijo:

--mírale los ojos... ¿seguro que no es tu hija?

Pepe padre empieza a dudar y el hijo se desespera:

--¡¡no, no. Yo no he tenido nada con Sandra ni con otra mujer que no sea Rosario¡¡

Sandra toma a la niña del brazo y dice mirando con rabia a Pepe:

--¡¡venga mi niña, tu papá no te quiere y yo no quiero que sufras por su culpa. Ya cumplimos en venir pero tu padre es un mal hombre¡¡

El llanto de la niña conmueve a todos los presentes, en especial a Pepe padre. Aunque también a Pepe hijo. Sandra, fingiendo un dolor que no siente, le dice a Pepe:

--Sé que fue una locura, pero me gustaste,  yo vine de fin de semana. Nos vimos en un bar... sí... tú estabas algo borracho pero nunca pensé que fuera para tanto, como para no acordarte suponiendo que de veras no te acuerdes y que todo sea un truco para no reconocer a tu hija.

Pepe se lleve las manos a la cabeza, Sandra, sonriendo triunfante, se va con la niña que llora que no se quiere ir, que se quiere quedar con su papá. Ángel y Kiko siguen comentando lo que pasa:

--el padre de Pepe está seguro que es verdad,  debe ser por eso de la llamada de la sangre.

--sí, sí y por la edad de la niña es de cuando Rosario se fue, Pepe se la pasaba borracho al principio.

Por el movimiento de los labios, Rosario ha leído las palabras de los amigos y es para ella la confirmación final de que es real, Rosario huye corriendo pero al pasar por el lado de Pepe éste la agarra del brazo y dice desesperado:

--¡¡lo de la niña no tiene nada que ver con nosotros y si es mi hija...¡¡

Rosario no lo deja continuar, lo abofetea:

--¡¡almenos sé hombre como para reconocer tus errores¡¡

Desde la puerta, Sandra está feliz porque todo ha salido bien. Pepe mira suplicante a Rosario:

--¡¡yo te amo, casémonos y luego aclaramos lo de la niña¡¡

Rosario lo mira con rabia:

--¡¡yo no me puedo casar contigo, no puede dejar a esa niña sin su padre¡¡

Rosario quiere irse pero Pepe no la deja, entonces ella le da una patada ahí y aprovecha que el hombre se retuerce de dolor para huir. 

--¡que no se vaya, papá, no dejes que se vaya¡¡ --dice Pepe, que casi no puede andar, con mucho dolor.

José Fernando desea acercarse a su amado para ayudarlo ya que tiene la excusa ideal para tocarlo pero Ángel y Kiko se le adelantan. José Fernando sabe que debe seguir con su plan y se va sigilosamente. Pepe no deja de gritar a su padre que retenga a Rosario. Pepe padre sale del templo, se olvida de Rosario al ver a Sandra que sigue en la puerta con la niña. María Belén y Pepe padre se miran con cariño sin saber que son padre e hija. Se sonríen. Se dicen hola con dulzura. Sandra se hace la víctima:

--yo le juro que digo la verdad. Esta niña lleva su sangre.

Pepe padre acaricia el pelo de la niña:

--lo sé.

--bueno,nosotras nos vamos a Barcelona... ya que su hijo no quiere a la niña.

--¡¡no te puedes ir ahora¡¡ --dice él con angustia.

--es que no tengo donde quedarme.--ella en plan víctima.

Pepe padre sólo piensa que no desea separarse de esa niña y dice:

--¡¡te puedes quedar en mi casa¡¡

--no quiero molestar.

--no molestas.

Sandra se hace la buena, la triste. Por dentro se ríe triunfante.


Rosario quiere huir en el coche que la ha traído, José Fernando se mete en el coche con ella.

--¿que haces tú aquí?

--no te puedes ir así.

Rosario llora.

--quiero estar sola.

José Fernando cierra la puerta. El chofer le pregunta:

--¿donde vamos?

Rosario llora. No sabe donde ir. José Fernando la mira con una falsa amistad:

--si no tienes donde ir podemos ir a mi hotel..

Rosario lo mira asustada, José Fernando dice:

--No te haré nada, me tuve que quedar una habitación con dos cuartos. Es que iba a venir mi novia conmigo pero me dejó plantado en el último momento.

Rosario no quiere aceptar ese ofrecimiento pero tampoco tiene donde ir. José Fernando se hace el bueno:

--mi padre era muy amigo de tu familia, te quiero ayudar.

A Rosario le da confianza ese hombre y decide ir con él, no se da cuenta del brillo de maldad que hay en sus ojos.




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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...