sábado, 3 de julio de 2021

Capitulo 30

 



José Fernando se ruboriza al ver entrar a Sandra en la habitación en la que se está desnudando. Se cubre con las manos.

--¿¿¡que haces?¡¡

--¡¡venga,  Rosario ya está preparada. Yo tengo que volver antes que esos estúpidos se enteren que me fui¡¡

--bueno pero sal --dice avergonzado.

--te espero en el otro cuarto.

Sandra va a la habitación donde está Rosario desnuda en una cama. Sandra tiene una cámara de fotos en la mano. Al rato llega José Fernando, le molesta mostrarse desnudo ante Sandra, camina con vergüenza. Se cubre sus partes íntimas con una camiseta.

--¡¡sácate eso¡¡¡tienes que estar desnudo¡¡

--¿¿es necesario??

Él no hace nada, ella le arranca la prenda y le separa las manos. Lo tiene desnudo ante ella. No le suelta las manos para que él no se cubra. José Fernando está pasando un mal rato y se arrepiente de haber aceptado eso. No le gusta la mirada lasciva de ella:

--he visto muchos hombres desnudos, así que quita la pena  Aunque lástima que seas mujercita que si no...

--¿¿No me podría poner algo? --avergonzado e incómodo.

--¡¡se supone que te vas a acostar con ella¡¡¡¡vete a la cama¡¡

José Fernando se sube en la misma cama en la que está Rosario. Lejos de ella, lo más que puede:

--¡¡acercate, así no sirve de nada¡¡¡

--si me ve desnudo a su lado ya le podré hacer creer que fue mía --dice asustado.

Sandra furiosa, tiene prisa y con la cámara en la mano:

--¡¡ahora no te me pongas a llorar, eres tú quien no quieres que ellos se casen¡¡¡y si ella igual vuelve con él¡¡¡con esas fotos la puedes chantajear,  tendrás su felicidad en sus manos¡¡

--Está bien. 

Él llega a rozarla. Sandra se desespera:

--¡¡que no cuela¡¡¡bésala, ponte encima de ella¡¡

--¡¡Me da asco tocarla¡¡

--Tú cierra los ojos e imagina que es tu amado Pepe…ñ.

Cerrando los ojos José Fernando se coloca encima de ella, intenta concentrarse pensando en Pepe pero le cuesta mucho ya que le asquea sentir el cuerpo desnudo de ella. 

--Debes besarla,  pero saca esa cara de asco. Si no te gusta almenos que lo parezca.

Pensando en el cuerpo desnudo de Pepe logra almenos disimular su repulsión, Sandra saca fotos:

--bueno, ya está. Alguna valdrá…ñ.

José Fernando se levanta al acto y se cubre con una sábana:

--ridículo --dice ella con burka. .

--ya me puedo vestir ¿no?

--¡¡claro que no, ella te debe encontrar en su cama y desnudito. Yo ya me voy, ya tengo lo que quería,  con estas fotos Rosario está en mis manos.

--pero me puede sentar a esperar que se despierte ¿no?

--espera. Date la vuelta., sólo falta un detalle... ¡girate¡

--¿para qué? asustado.

--tranquilo, no voy a abusar de ti.

--pero de ganas no me faltan --dice ella para sí bien excitada-- como está el maricón.

Le hace unos arañazos en la espalda:

--tu amante es muy apasionada

Aunque no es necesario, se quiere dar el gusto y le da un buen pellizco en el trasero, él se queja:

--así es más real --dice mientras le arraña en esa parte.

Luego señalando la cámara él dice:

--guárdalas bien. No quiero que Pepe las vea, yo quiera que ella lo deje pero no que él crea que me acosté con ella.  No quiero que me odie.

--si tranquilo.

Sandra se da la vuelta y sonríe mientras piensa:

--y yo te tengo en sus manos.


Kiko está muy nervioso, Gabriela sigue con él. Han huido después de atropellar a Carmelo.

--¡¡te debes calmar,  cada uno debe volver a su casa y sí van a sospechar y no sólo lo del atropello¡¡

Kiko se lleva la manos en la cabeza:

--¡¡es que debimos ayudarle¡¡¡puedo estar muerto¡¡

La mujer actúa con más frialdad:

--pues si está muerto poco lo podemos ayudar, además la culpa fue de él…

--si pero me di a la fuga. No lo ayudé.

Kiko está muy sofocado, Gabriela lo besa:

--huir fue lo mejor que pudiste hacer.  Si actúas como si no pasara nada nadie sospechará de nosotros.

Cada vez que él duda ella lo besa para callar sus culpas.





Mientras, en le hospital, Antonia llora angustiada. Pregunta pero nadie le dice nada. La policía habla con ella, quiere saber lo que ha pasado.

--¡¡no sé, no sé¡¡él cruzó corriendo y un coche se le vino encima¡¡

Le pregunta sobre el coche, si vio quien conducía. Muy nerviosa, la adolescente dice:

--¡¡no sé¡¡no sé¡¡¡estaba muy oscuro. No vi nada¡¡¡yo quiero saber como está mi hermano¡¡¡

--eso te lo dirá el médico.

Antonia se queda nuevamente sola. Está desesperada. Ruega, vuelve a suplicar a las enfermeras. Finalmente llega el médico:

--¿¿Cómo está mi hermano?

--¿y tus padres?

--No lo encontré.

--es que debería hablar con alguien mayor…

--¡¡¡pero dígame a mi algo¡¡

Apenado por la tristeza de la chica, el doctor le dice:

--haz todo lo posible para que algún mayor venga la situación es grave.

Totalmente destrozada, la chica dice:

--¿se va a morir?

--eso depende de cómo pase estas primeras horas pero su estado es grave,  muy grave…

El doctor la mira con compasión y la deja sola. Llama a su casa:

--¡¡toma la llamada, papa¡¡tomala¡

Casimiro aún no ha llegado a casa, de hecho está tirado en una plaza ebrio pero sigue bebiendo. Desesperada, la joven se acuerda que su tía le anotó el teléfono de casa de Pepe, llama con la esperanza que sepan algo de su tía. Despierta a Pepe padre pero tampoco ahí la pueden ayudar. Antonia está desconsolada. Sin imaginar el peligro que corre su hijo, Rosario duerme desnuda, a su lado,  pero apartado está José Fernando. Los dos están tapados. Él trata de conciliar el sueño…

 


Desvelado, Pepe padre entra con cuidado a la habitación de María Belén. Se sienta a su lado, la mira con ternura. La sabe de su sangre, parte de él.

--aunque recién te conozco ya te quiero. Mi nieta,  eres mi nieta. No voy a permitir que te separen de mi lado. Haré todo lo posible para que estés siempre conmigo.

El hombre besa a la niña en la frente y no sabe porque le viene a la cabeza el rostro de Fátima. Lo aturde.

--¿Por qué cuando estoy con esta niña siento que una parte de mi me dice que Fátima está cerca? Hacía años que no me sentía tan cerca de Fátima.

Siente un gran dolor y una gran angustia como presintiendo que su amada lo está pasando mal. Se asoma a la ventana de ese mismo cuarto y mirando al cielo dice:

--tú que estás en paz,  ayúdame a vivir con tu muerte,  sácame esta angustia que me mata.

Oye la puerta de la calle, va a ver quien es creyendo que es su hijo.

--¿tú?¿saliste?

Sandra lo mira nerviosa:

--sí, es que no podía dormir y salií a dar una vuelta… a penas un par de minutos ¿pasó algo? ¿Porque estas despierto?

--han llamando preguntando por Rosario…

--¿así?¿quien?


Nuevamente en el hospital, Antonia ha entrado en la capilla. Pide por la vida de su amado.

--¡¡No me hagas esto,  llévame a mi pero no a él¡¡Diosito,  fue mi culpa. No lo castigues a él. Te juro que nunca más me le acerco,  si es necesario me iré pero que él se salve, que no se muera.

La joven reza por devoción mientras el guapo adolescente se debate entre la vida y la muerte…



Rosario se despierta con un terrible dolor de cabeza, se sorprende al chocarse con otro cuerpo. MIra incrédula a José Fernando que duerme a su lado y darse cuenta que los dos están desnudos. Como loca lo zarandea y le dice:

--¿¿¿¡¡que significa esto??¡¡¡¿¿que haces en mi cama?¡

él sonríe:

--buenos días, mi amor, ¿así despiertas a todos los hombres después de llevártelos a la cama? no seas asi --dice él haciéndose el remolón-- nunca una mujer me ha cansado tanto como tú. Déjame dormir un poco más.

Rosario está como loca:

--¿¿¡que me has hecho?¡¡¡has abusado de mi?

José Fernando la mira y le dice:

--ahora no me hagas esto. tú me metiste en tu cama. Yo tengo novia y no quiero líos. Tú estabas despechada y te quisiste cobrar conmigo. Tranquila,  te guardaré el secreto. Yo no quiero que se sepa.

Rosario está horrorizada.

--¡¡yo no puedo haber hecho esto¡

José Fernando se levanta y la mira con cierta ironía:

-¿porque? te has acostado con todos los amigos de Pepe, ¿porque iba a ser yo una excepción?

Rosario se levanta cubierta con una sábana.

--me sé tu cuerpo de me memoria,  estas llena de mis huellas --dice él haciéndose el seductor. 

Ella siente asco:

--¡¡eso no puede ser¡¡yo lo recordaría. Me hiciste algo¡¡

José Fernando se hace el ofendido.

--¿¿que te emborraché?¡¡ahora no me salgas como tu novio que se acuesta con la madre de su hija y dice que estaba borracho... no bebiste tanto¡¡

--¿bebí? --sorprendida.

--¿tampoco recuerdas que me pediste una cerveza y luego un poco de vino?

La herida por lo que le hizo Pepe y su angustia por no saber bien que le pasó la desesperan. Piensa en su primera vez:

--¡¡¿¿que me hiciste?¡¡ -dice enfrentándose a él-- ¡¡yo no me entregué a ti por voluntad propia¡¡

El odio es más fuerte que su timidez. Ante Rosario se muestra desnudo.

--claro que sí, ¿ te parece que esto hace una mujer a la que se fuerza? Eres una bestia,  debo tener arañazos hasta en el culo.

Ella no da crédito a lo que ve, José Fernando desnudo y con arañazos lo que parece confirmar sus palabras. Se lleva las manos a la cabeza:

--¡¡yo no te pude hacer eso¡

--por favor,  son recientes. Mira la sangre,  yo no he salido de aquí y si quieres ver, la otra cama está intacta. Así que...

Rosario lo abofetea y le dice con odio:

--¡¡puede ser que con los nervios haya olvidado lo que pasó pero eso es porque estaba dominada por la rabia y tú te aprovechaste de esto¡¡

--¡¿¿si te me desnudaste y me fuiste a buscar al otro cuarto que querías que yo hiciera??

Rosario se empieza a vestir a toda prisa.

--venga no te vayas,  te puedes quedar aquí. Me la pasé muy bien esta noche pero si quieres te juro que aunque me ruegues no te haré el amor.

Rosario está desconcertada y se va. José Fernando sonríe con maldad:

--por fin se fue la muy ramera. 

Y escupe con asco en la cama.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...