Capitulo 8

 

Rosario no deja de llorar. Casi arrastras Fina la lleva hasta la iglesia. Ahí la obliga a arrodillarse ante la patrona del pueblo De la que lleva el nombre:

--ahora aquí delante de la virgen me vas a decir quien es el padre de tu hijo ¿¡cómo me has hecho una cosa así?¡

La niña llora y llora. Jura que no hizo nada.

--¡¡ fue la noche que pasaste fuera de casa. ¿¿qué pasó?¿qué pasó esa noche?¡¡

--no sé, no sé...

--¿¿cómo que no sabes?¡¡

El sacerdote se acerca a saber que pasa.

--¡¡usted no se meta¡¡

--pero es que está en la casa de Dios, no creo que la niña haya hecho nada malo para que....

Fina no lo deja seguir y le suelta:

--¡mi hermana espera un hijo y ¿¿¡usted tiene la cara de decirme que no hizo nada malo¡?

El sacerdote se santigua horrorizado.

--¡ve como si tengo motivo para estar enfadada. He venido aquí para que mi hermana le pida perdón a la virgen de la que le pusieron el nombre por todo lo que ha hecho¡

--deje que yo hable a solas con la niña.

Rosario, sin dejar de llorar, se va con el sacerdote. Fina está muy mortificada.

Sin sospechar que va a volver a ser padre, Fernando está en su despacho. Recibe la visita de Sandra. Es muy apasionado. La tira sobre la mesa para hacerle el amor.

--ahora mucha prisa pero en tu pueblo casi no me viniste a ver ¿para que me hiciste ir?

--para asegurarme que no me engañas con otro. Con mujeres como tú nunca se sabe...

Ella se hace la ofendida:

--¡no seas grosero¡

él la hace callar y se la coge ahí mismo.

Casimiro abofetea a Rosario nada más enterarse que su cuñada espera un hijo. Rosario sigue afirmando que no hizo nada malo. Casimiro la vuelve a abofetear:

--¡¡te he dado un techo, comida¡¡eres parte de mi familia y no te voy a permitir que manches mi nombre,  no voy a hacer el hazmerreir del pueblo¡¡

Casimiro la zarandea muy violentamente y le dice:

--¡¡si no me dices ahora mismo quien te montó la barriga te mato a palos¡

Rosario llorando y llorando reclama su inocencia. Fina impide que su marido le dé una paliza a la niña:

--Mi Pollo, esta no es la solución. Si el padre Constantino no le sacó la verdad pues con golpes tampoco lograremos nada.

Hecho una furia el hombre se saca el cinturón del pantalón:

--¡¡ya verás como sí¡¡

Rosario mira al hombre asustada. Fina frena de nuevo a su marido:

--¡¡Pollo está embarazada¡

Casimiro está como loco:

--¡¡no me lo recuerdes, es una niña y salió preñada¡¡¡¿de dónde sacó esas mañas¡¡

---¡no lo sé, no lo sé¡ --llora Fina.

Rosario mira asustada a su cuñado que la mira amenazante y le dice:

--¡que se vaya, es una perdida, no la quiero en mi casa¡

Fina saca la cara por su hermana y dice:

--¡no, eso sí que no¡¡es mi hermana y aunque haya cometido un error no le voy a girar la espalda... no puedo¡

--¿¿y qué hacemos? Yo no quiero pasar esa vergüenza con mi familia. ¿sabes lo que van a decir de nosotros?¿de ti? Si al menos esta necia nos dijera quien es el padre para que respondiera... ¡¡di, quien es¡¡¡

Rosario se asusta con los gritos de su cuñado:

--no lo sé, no lo sé. --llora.

--¿¿qué hiciste la noche que pasaste fuera de casa?¡

Casimiro la zarandea y ella acaba diciendo:

--¡No lo sé, no me acuerdo de lo que me pasó¡

--¿¿tomaste algo?¿bebiste?¡¡¡

Rosario está muy asustada, intenta buscar el apoyo de su hermana pero ésta sólo está atenta que su marido no la agreda físicamente.

--no lo sé,  tomé algo raro que me sentó mal pero no sabía lo que era... luego no sé que pasó. Desperté y estaba sola y no sé cómo llegué ahí.

Fina se pone en medio para que su marido no la golpee:

--¡esta necia se emborrachó y ves a saber ahora quien es el padre de ese bebbebé¡¡¿qué vamos a hacer?¡

Fina trata de calmarlo:

--alguna solución encontraremos...

Casimiro está desesperado. Manda a Rosario a su cuarto para no tener tentaciones de golpearla. Rosario llora tumbada en la cama mirando una foto de la Virgen del Rosario:

--tú sabes que digo la verdad,  yo no hice nada feo. Yo no me acuerdo de lo que pasó. Esto tiene que ser un error, ayúdame virgencita. Yo no hice nada para tener un hijo. No puedo tener un bebé, las niñas de mi edad no tienen hijos.

Meses después...

Fernando y Fátima están discutiendo.

--¡yo no pienso pasar todo el verano en el pueblo con tu madre. Ella no me quiere¡¡el año pasado estuvimos unos días, no pienso pasar dos meses en el pueblo¡

--¡yo no tengo vacaciones y mi madre está enferma. Necesita que alguien esté a su lado¡

--¡pues que la cuide tu hermana¡

Fernando agarra del cuello a su esposa y le dice:

--¡mi hermana tiene a su marido moribundo,  tiene que cuidar de él y tú te la pasas de vaga, no haces nada,  no sirves para nada. Tú y el niño os vais la semana que viene porque os vais ¡no te he pedido permiso, no te he preguntado. Te he dicho que este verano completo lo pasarás en el pueblo¡

--¿y tú? No podrás venir aunque sea unos días?

--¡ya te he dicho que no, aunque sea por unas semanas por fin descansaré de ver tu cara de mustia¡

--¡¡lo que pasa es que tú tienes otra mujer y vas a estar con ella¡ 

Fernando la agarra del cuello y la tira a la cama:

--¡no me hagas acordar de tu pretendiente en el pueblo, si aquí alguien tiene un amante esa eres tú¡

Fernando se va de la habitación dejando a su esposa llorando. En la puerta el hombre sonríe con cara de degenerado:

--me gustaría ver a Rosarito para ver si esa cualquiera ha aprendido o no pero mejor no, mejor me quedo aquí haciendo lo que se me apetezca con la cualquiera de Sandra que me hace gozar y de verdad¡

José Fernando está en la habitación muy nervioso. No quiere ir al pueblo. No quiere ver a Pepe. Recuerda a ese chico que tanto le gustó con vergüenza y culpa. No es un recuerdo que le guste. Le da horror que en esa casa estén esas fotos y es que no las quiere ver ni quiere que nadie las vea. Y aunque después siente culpa no puede evitar hacerse tocamientos pensando en la desnudez de ese niño.

Don Pepe pasa cada día por delante de casa de doña Antonia disimuladamente. Su corazón late con fuerza al estar cerca de esa casa. No deja de pensar en Fátima.

--tiene que volver y voy a luchar por ella. No quiero perder a la única mujer que me ha interesado desde la muerte de tu que fuiste la luz de mi vida --dice tocándose el corazón y pensando en su esposa muerta-tú me mandaste a un ángel para que me hiciera feliz y yo la hiciera feliz.Ese rostro triste no puede ser el de una mujer dichosa,  yo la voy a convencer que no tiene porque seguir atada a un marido que no la respeta yo le voy a enseñar que la vida puede ser hermosa...

Una sonrisa enamorada se dibuja en el rostro del hombre. Mientras sirve la comida a su hijo le interroga para intentar saber de la mujer que le gusta.

--¿y aún no llega tu amigo Ángel?

--No, me dijo que en agosto.

--Pero tú sigues viendo a doña Antonia, ¿la pobre sigue sola? No va a venir su familia de Barcelona. Ahora que está enferma pues seguro que les gustaría verlos..

--pues no sé¿ porque quieres saberlo?

--no por nada pero como me dijiste que esa familia tenía un hijo y ellos se portaron bien contigo... si viene pues podrías invitarlo a salir para que no esté solo.

--pues no creo que quiera. No le gusta nada la gente y yo le caigo mal.

--¿y eso?

--No sé, debe ser como es mayor.

--bueno pero si él viene, sería un detalle de cara dona Antonia ¿porque no le preguntas si va a venir y te ofreces para entretenerle al nieto? ella se portó muy bien contigo, se lo merece.

--está bien, se lo preguntaré pero te digo que no tienen porque venir, por lo que yo sé nunca habían venido.

Esto causa un gran dolor en el hombre:

--Nunca? ¿pero como que nunca?

-bueno creo que se fueron después de la boda y no volvieron hasta el año que pasado así que seguro que no vuelven.

Esto causa un gran dolor en el hombre.

Al día siguiente, Pepe le da a su padre una noticia que lo llena de alegría.

--está mañana he hablado con doña Antonia. Su nuera y su nieto vienen la próxima semana, ya le dije que Kiko y yo iríamos a hacerle la visita al chico...

Pepe padre suspira, su rostro se llena de ilusión y piensa:

--viene viene  y viene sola. ¿Será que se separó? Vendrá por mi? A lo mejor también piensa en mi.

El hombre tiene el rostro desencajado por la emoción.

Fátima y José Fernando llegan al pueblo. Doña Antonia recibe a su nieto con mucha ilusión. A Fátima la trata como si fuera la sirvienta.

--esta noche hay fiesta en la plaza. Me gustaría que fuéramos juntos. Así Fátima puede aprovechar y limpiar tranquila que tiene mucho que hacer --le dice a su nieto.

Fátima no dice nada pero se siente desplazada y eso le duele. En la noche, la mujer llora sola en la casa. Las paredes se le caen encima. Sale a que le dé el aire. Nada más salir se encuentra con don Pepe que no se puede creer que esté cara a cara con la mujer con la que no ha dejado de pensar en todo esos meses. Por su lado, en plena plaza José Fernando ve pasar a Pepe. Su corazón late con fuerza pero se siente culpable por sus sentimientos. Por lo que hizo el verano anterior para verlo desnudo y se da la vuelta para que el adolescente no lo vea.