Capitulo 38

 

Acompañada de Maria Belén y Sandra, Pepe padre va a hablar con su amigo el juez. José Fernando pasa casualmente por ahí. Maria Belén se suelta de la mano de su "abuelo" y corre a abrazar al chico que es su hermano aunque ellos no lo sepan. Jose Fernando abraza a la niña. Sandra se pone nerviosa. Pepe padre separa a la niña del rival de su hijo.

--¿que pasó abuelito? José Fernando es mi amigo.

Pepe padre fulmina con la mira a Sandra:

--¿de qué conoces a éste?

Haciéndose la madre sufrida, Sandra dice:

--era su chacha,  tuve que limpiar en casas porque mi niña sino pasaba hambre.

Sandra hasta llora y Pepe padre tiene remordimientos. Maria Belén habla con José Fernando:

--¿sabes? mi papá y mi mamá se van a casar.

--¿¿que?¡¡ --dice José Fernando con el rostro desencajado.

José Fernando mira a Sandra furioso, ésta muestra una sonrisa forzada.

--¡¡eso no puede ser¡¡ --dice José Fernando ya que eso no estaba en sus planes.

Pepe padre se enfrenta a él:

--¡¡pues así es..Sandra va a ser mi nuera¡¡ Ella y Pepe se casan esta tarde.

--¿¡esta tarde?¡

José Fernando tiene un gran dolor en el alma. No puede soportar que su amado se vaya a casar, se vaya a casar con otra. José Fernando está muy nervioso y no sabe que hacer. Pepe se va con la niña ya que no la quiere cerca de ese hombre  y Sandra se queda detrás. Sabe que no tardará en sonarle el móvil. Es José Fernando el que llama. Está desesperado.

--¡¿¿qué es lo que pasa??¿¿¡como es eso que te casas con Pepe??¡

Sandra se muestra calmada. 

--sí, ahora vengo, tú no te muevas.

--¿pasa algo? --le pregunta Pepe padre.

--Era la peluquera. Es que aunque vaya a ser una boda privada quiero estar muy guapa.  Casarme con Pepe ha sido el sueño de toda mi vida.

Sandra hasta llora y Pepe padre y la pequeña están felices al creer que efectivamente Sandra está enamoradísima de Pepe. Esa dulzura y ese llanto, todo ese amor por Pepe desaparece del rostro de Sandra cuando esta se despide de Pepe padre  y Maria belén y se va con la excusa de ver a la peluquera.

Mientras, desolado, el novio está desahogando sus penas en casa de Ángel.

--¿¡estás loco¡?¿¡¡cómo es eso que te casas con Sandra??¡

--es la madre de mi hija.

--¡¡sí pero eso no quiere decir que te tengas que casar con ella¡¡

--lo necesito. Rosario va a tener un hijo de otro y yo¡¡ella se burló de mi pues quiero que piense que también me burlé de ella¡¡

--la verdad es que no me esperaba esto de mi primo. Yo nunca me he hablado con él pero me siento culpable por ti.

--no es tu culpa. En realidad no sé si es culpa de él. Rosario es una cualquiera aunque me duela.

Pepe tiene un nudo en la garganta al decir estas palabras.

--pero me casaré con Sandra,  haré una familia con ella.

--si pero es que te podrías haber buscado otra, vas de ramera en ramera.

Pepe lo mira furioso. Ángel se disculpa.

--sí, yo no soy el más indicado para hablar de rameras. En fin, siempre hay el divorcio... y a ti Sandra siempre te gustó. Te puedes acostar con ella, darte el gusto. Siempre te gustó ella, es una pena que no recuerdes habertela tirado.

--yo sólo recuerdo haber estado con Rosario. Ella era la única mujer para mi.

--pues ya vez que no  y si no te animas pues te emborrachas un poco y te das el gusto.

Pepe no puede con la amargura y el dolor.

Por su lado, Sandra ha ido al parque que está cerca de donde estaban y es donde la espera José Fernando.

--espero no haberme equivocado,  con este tengo que ir con más cuidado. No lo puedo seducir con sexo. Es una mujercita.

Sandra ensaya ya su mejor cara de bueno. José Fernando está furioso:

--¿¿¡que es todo esto?¡¡¡¡yo no he separado a mi Pepe de Rosario para que se case contigo¡¡¡¡

--bueno yo creí que era parte de nuestro plan. No entiendo tu enojo, encima que todo lo hago por ti --dice en plan víctima.

--¡te vas a acostar con Pepe, vas a ser suya. Todo lo que yo jamás podré hacer con él...¡¡

--¿¿¡y prefieres que esté con la zorra de Rosario??¡¡

--¡¡no, yo quiero que esté solo como yo¡¡

Sandra finge que llora:

--Y encima que yo me sacrifico por ti. Eres injusto conmigo.

--que Pepe te haga el amor¿¿¿¡¡¡sacrificio??¡ --dice Él furioso.

--Pues sí --llora ella--yo no quiero a Pepe. En realidad yo a quien amo es a su padre y quiero llegar a él. Esto lo hago como un favor a ti...

--¡¡pero vas a estar con él¡¡¡te hará el amor¡¡

--no, no te me pongas en plan mujer celosa. Pepe y yo no dormimos juntos ni jamás dormiremos juntos  pregunta a la niña.

--¿y entonces?

--tu y yo somos amigos ¿no?

--eso creía yo. --dice él dolido.

--Pepe no será de Rosario, no será de nadie.¿¿no es eso lo que tú quieres?? Además piensa en lo que sentirá esa ramera cuando lo sepa. La lanzará a tus brazos. Con esto le daremos el golpe definitivo. Pepe nunca estará con la mujer que ama. Y con ninguna porque yo no le daré nada pero le obligaré a que me respete.

 --él se cansará.

--sólo hay un peligro y es el dinero,  que él me quiero controlar con dinero. Si yo tuviera dinero, él no podría amenazarme nunca con no mantenerme. Imagina si él se niega a mantener a la niña si no me le entrego ¿ qué hago? Además si viviéramos en mi casa... he visto que el piso de al lado donde vive Pepe está en venta. Así cada uno dormirá en su propia habitación,  es que en su casa él duerme en el sofá y tengo miedo que se meta en mi cuarto.

A José Fernando le horroriza la idea que su Pepe esté con una mujer:

--¡¡me juras que nunca te acostarás con él ni dejarás que esté con otra??¡¡

--te lo juro, es un favor que te hago de la misma manera que ahora un abogado corrupto la va a notificar a Rosario lo que tú querías, lo de la falsa demanda¡¡

--¡de acuerdo, yo te daré dinero todos los meses y compraré ese piso para ti pero tú me tienes que jurar que jamás Pepe estará contigo ni con nadie¡¡

--te lo juro. Si Pepe quiere hacer el amor tendrá que ser contigo --dice Sandra manipulándolo.

El corazón de José Fernando late con fuerza. Sandra sonríe, estaba segura que casándose con Pepe podría controlar a José Fernando y su dinero.

--por fin tendré todo lo que me corresponde por haber sido la amante del viejo y Pepe es guapo. En la cama me hará sentir bien. No como esos asquerosos con los que me he tenido que acostar. Poco a poco todo lo de José Fernando será para mi, incluido su Pepe. Ya le quité a su hermana y lo voy a dejar sin nada. --piensa con ambición.

Rosario recibe la visita de un tipo bajo, gordo y bien feo. Se presenta como el abogado que ha contratado José Fernando para sacarle la custodia de su hijo.

--¡¡no puede ser¡¡

--si señora. La demanda ha sido puesta este mañana en los juzgados.

Rosario mira esos papeles y no se da cuenta que son falsos.

--¡¡mi hijo no ha nacido¡¡

--pero usted tiene muy mala reputación. A parte de los muchos hombres que ha tenido, todo el mundo sabe en el pueblo que su cuñado es un borracho y usted abandonó a sus sobrinos.

--¡¡si pero¡¡

El abogado no la deja seguir:

--ese borracho sigue viviendo en esta casa,  usted vive con él, algo que será muy difícil de entender para el juez, sin contar que usted no trabaja. ¿que piensa mantener a su hijo con el dinero del borracho de su cuñado? Mi cliente no está dispuesto a permitir que su hijo crezca en un ambiente así y él tiene dinero, le puede dar a ese niño el hogar tranquilo que usted no puede darle.

--¡¡fuera de mi casa¡¡¡nadie me va a quitar a mi hijo¡¡

Rosario se aferra a su vientre, siente pánico al pensar que va a perder a su segundo hijo:

--¡¡dígale a su cliente que voy a luchar con mi hijo con uñas y dientes¡¡

--señora no sea necia. Si José Fernando va a juicio demostrará que usted es una inmoral y ganará y el juez le dará a su hijo en los términos que él pide. En cambio podemos llegar a un acuerdo.

--¡¡mi hijo es mio y se queda a mi lado¡¡ --dice Rosario como loca.

--yo estoy aquí porque mi cliente quiere que lleguen a un acuerdo, es por el bien de usted. Yo le puedo asegurar que el caso lo tiene él ganado. Es que el juicio será muy pronto y ni le van a dejar ver el niño cuando nazca¡¡

Rosario se lleva las manos a la cabeza:

--¡¡no puede ser, no puede ser¡¡

--mi cliente es generoso y si usted firma voluntariamente la renuncia a su hijo pues no iremos a juicio, su nombre no quedará manchado y mi cliente le dejará ver al niño todos los fines de semana.

Rosario está muy angustiada, mientras ese abogado le pone unos papeles en frente que debe firmar para ceder la custodia de su hijo a José Fernando.

--no sea tonta,  sólo así no perderá a su hijo.

Rosario mira esos papeles, ese bolígrafo que le acerca el abogado, destrozada.