sábado, 3 de julio de 2021

Capitulo 23

 



Lucas se ha quedado sorprendido por la propuesta de José Fernando. Se le ríe.

--¿que es lo que encuentras tan gracioso? --dice José Fernando muy serio.

--tienes un sentido del humor algo extraño.

--No he dicho ninguna broma. Quiero que violes a esa zorra, yo te pagaré bien y pasarás un buen rato. Ha estado con medio pueblo. Nadie te juzgará.

--Si a mi eso es lo de menos, cosas peores he hecho en mi vida...

--¿y entonces?

--todo está muy raro. Si la violo no estarás con ella. Si te he de ser sincero no sería mi primera vez y las chicas tardan años en recuperarse.

José Fernando sonríe aunque esa sonrisa se le borra de la cara cuando Lucas le dice:

--¿a ti te gusta él, verdad?

--¡¡Y a ti que te importa¡¡ --dice a la defensiva.

--No me importa nada, pero si quieres, yo te ayudo a que lo violes a él ¿No te gustaría? -dice guiñándole el ojo pícaro.

Ahora es José Fernando el sorprendido.



Fátima no reacciona a la petición de Pepe padre. El hombre se levanta con mucha dulzura, le toma la mano para ponerle el anillo:

--Ya verás que te haré muy feliz.

Por la mente de la mujer pasan imágenes de años de humillaciones y dominada por el miedo, se aparta del hombre, lo abofetea y le dice:

--¡¡te odio maldito, no me vengas a buscar¡¡

El hombre se queda en shock y ella le cierra la puerta en las narices. Fátima sube al cuarto llorando. El hombre no se da por vencido.

--¡¡Fátima, te amo¡¡Fátima¡¡

Llama al timbre como loco, grita con desesperación. No entiende la actitud de la mujer.

--¡¡no me pienso ir de aquí hasta que hablemos como personas adultas que somos¡¡

Fátima no está dispuesta a escucharlo y como loca empieza a preparar su bolsa de viaje:

--¡¡no, no. No van a volver a jugar conmigo. No me volverán a engañar¡¡no¡¡

No quiere escuchar a su corazón que se empeña en traerle a su mente los dulces momentos que vivió con Pepe padre. Su cerebro pero repite escenas de todos los años de sufrimiento en su matrimonio y no está dispuesta a pasar por lo mismo. Le atormenta los gritos de ese hombre que insiste en que salga. Finalmente lo hace pero para tirarle un cubo de agua helada, como cubo y tuvo, y con rabia le dice:

--¡¡vete, no te quiero volver a ver¡¡ni loca me caso contigo¡¡

Fátima entra en la casa. Pepe mira ese balcón con lágrimas en los ojos. Finalmente se da por vencido y se va todo triste él. Fátima llora angustiada sobre su cama.

--es lo mejor, es lo mejor. No me podía arriesgar a volver a sufrir. No podía. El amor nunca trae nada bueno,  no merece la pena ilusionarse para volver a sufrir. He estado demasiado tranquila estos años sin un hombre para que ahora otro vuelva a hacerme la vida imposible --dice la mujer para convencerse que hizo lo correcto.



Por su lado, Lucas espera una respuesta de José Fernando. Ésta es contundente:

--¡no digas tonterías. Tú has para lo que te pago¡¡A Pepe ni lo toques. Él es sagrado.

Aunque José Fernando está triste y le duele que su amado no lo visite, que no sea su amigo tampoco quiere lastimarlo directamente.

--separarlo de esa zorra es lo mejor para él. No es por mi, es por él--piensa para sí.

--como quieras. Yo me acostaré con esa zorra y olvida lo de hacer fotos. --dice Lucas.

--¡¡no, Pepe tiene que saberlo¡

--pueden sospechar, yo te lo aseguro... Dejo huellas en las mujeres.Jamás volverán a estar juntos...

Los ojos de José Fernando brillan de maldad. Después de hablar de detalles y de ponerse de acuerdo en el pago, José Fernando regresa a la casa. Su madre lo espera con la maleta hecha:

--tu primo me ha dicho que esta tarde se firma la venta de la casa, quiero que nos marchemos ya...

--si, ya no me queda nada por hacer aquí. Nos vamos pero en la noche dice algo triste.




Por la noche, Pepe y Rosario se besan delante de la casa de él después de dar una vuelta. Ella insiste en que le diga que la ama.

--¿Otra vez con eso? ¿porqué le das tanta importancia a las palabras?

La joven no entiende lo que le pasa pero es como si presintiera que algo malo va a pasar, que algo los va a separar.

--te amo, Pepe. Te amo y necesito estar segura que tú me amas.

Algo incómodo el chico le dice:

--tú ya sabes que a mi estas cosas no me gustan. Nos vemos mañana.

Pepe le da un rápido beso y sube a su casa. Ella se queda triste.




Al entrar a su casa, Pepe se acerca al dormitorio de su padre. El hombre ha estado llorando sobre la cama pero se incorpora al ver a su hijo. Se seca las lágrimas y fuerza una sonrisa. El joven se le acerca con cariño:

--¿que es lo que te pasa?

--¿a mi, nada?

--llorabas.

El hombre hace un esfuerzo de mostrarse bien.

--es que se me metió una basurita en el ojo.

El joven le sonríe y le dice:

--papá, ya no soy un niño como para que me pretendas engañar de esa manera..¿porquè no confías en mi? ¿es por una mujer? ¿sufres por una mujer?

El hombre no quiere hablar de Fátima con su hijo y para cambiar de tema dice:

--¿y tu novia? ¿ya has vuelto de estar con ella?¿tan pronto?

Pepe no quiere discutir con su padre y no le rebate lo de novia. Sólo le dice:

--sólo nos vimos un rato, aquí abajo. 

--¿no la acompañas a su casa?

--Eso lo hacen los novios, sólo es mi amiga aclara ahora.

--pero es peligroso que una joven vaya sola a estas horas.

--este pueblo es muy tranquilo, nunca pasa nada.


Rosario regresa a su casa por una calle oscura, un enmascarado la espera en una esquina, la toma por sorpresa. Le pone la mano en la boca y le dice:

--si te portas bien te la vas a pasar muy bien si gritas te mato.

Rosario es arrastrada a la fuerza y nada puede hacer por evitarlo.


Fátima y su hijo están ya en la estación esperando el tren con tristeza. El chico está muy pendiente de una llamada a su móvil. No se quiere ir sin recibirla. Se angustia porque el tren está por llegar.

--como ese malnacido me traicione se va a enterar. --piensa para sí.

--¿esperas que te llame alguien? --dice la mujer sorprendida.



En un descampado que hay cerca de la casa de Rosario, Lucas ha ejecutado las órdenes de José Fernando. Lucas se abrocha los pantalones satisfecho:

--así me gusta, que te hayas portado bien. Si quieres lo volvemos a repetir.

El hombre no espera respuesta, lanza un beso a su víctima y se va riendo. Rosario queda tendida en el suelo, humillada, ultrajada, con un hilo de vida. 


Lucas no tarda en llamar a José Fernando.

--todo está hecho.

El chico sonríe. Sube al tren tranquilo. José Fernando está convencido que ahora sí es el fin de su enemiga y regresa a Barcelona satisfecho. José Fernando goza del dolor de Rosario.

--Esto por meterte con mi Pepe... --dice para si.


Destrozada y con la ropa a tiras, Rosario llega a su casa tratando de ocultar su vergüenza. El Pollo está en el sofá durmiendo con varias botellas vacías de licor. Ella se mete en la ducha y llora con dolor, vergüenza, rabia e indignación. Después de una buena ducha y de cambiarse de ropa se siente algo mejor pero sólo tiene un pensamiento. El de desaparecer. Sin hacer ruido toma algunas de sus cosas y hace una maleta rápidamente. Escribe una nota. Pasa por el cuarto en el que duermen los niños pero no se atreve a entrar. Toca la puerta con la palma de su mano y rota de dolor dice:

--lo siento.

Después se va.




A la mañana siguiente el joven Pepe va en búsqueda de su chica. Lo abre la puerta Casimiro de muy mal humor.

--¿y Rosario?

--¡¡a mi no me preguntes por esa ingrata. Se fue, nos abandonó. Ni siquiera le importó su...¡¡

El hombre se calla. Muy angustiado por las palabras del hombre, Pepe le exige:

--¡¡no le importó qué?¡¡¿que es lo que pasa?¡¡¡Rosario no se puede ir sin haberse despedido de nadie¡¡

--¡¡pues así fue¡¡

El Pollo le entrega la escueta nota en la que Rosario se despide de todos y dice que se va para siempre, que no la busquen. Pepe se va aturdido. Piensa en lo angustiada que estaba la noche anterior. Unas lágrimas deslizan por sus mejillas:

--fue mi culpa, se fue porque no le dije que la quería...

Una gran angustia se apodera de su alma:

--¡¡alguien debe saber algo de ella¡¡

El único lugar en el que se le ocurre ir es a casa de Dulce. Le recibe Kiko. El matrimonio se sorprende al saber de la desaparición de Rosario. Con angustia Pepe le suplica a Dulce que le diga donde está la chica. Siente que se le va la vida desde que supo que se fue.

--¡yo estoy tan sorprendida como tú. Sabes que Rosario y ya no no éramos amigas, no sé nada de ella¡

Pepe se ba abatido a su casa. Espera encontrar consuelo en su padre. Se sorprende al llegar a casa y no encontrarlo. El hombre la ha dejado una nota:

--me voy en busca del amor.


 Fátima abre la puerta de su casa pues alguien llama. Pepe está ahí con un enorme ramo de rosas:

--ya que enamorarte en tu pueblo te trae malos recuerdos ¿que tal en tu pueblo? --dice él sonriente. 

Fátima no puede creer que él la haya seguido. Pepe la estrecha contra sus brazos y ella no se resiste y hacen apasionamente el amor.


1 mes después...

Fátima y Pepe viven un encuentro furtivo en el apartamento en el que el marido de ésta se veía con su amante Sandra. Después de hacer el amor Fátima se siente un poco culpable. Él la acaricia con mucha dulzura:

--no es nada malo lo que hacemos...

--lo sé... pero...

--lo que tienes que hacer es hablar con tu hijo. No quiero seguir amándote en secreto. Quiero que nos casemos, que vivamos juntos. Aquí o en mi pueblo. --dice él acariciándola con dulzura.

--en tu pueblo no --dice ella con horror.

--pues aquí pero tienes que hablar con tu hijo. Él debe saber de lo nuestro.

--dame tiempo.

Los amantes se visten y salen separados. Al salir Pepe, Sandra que está en un coche dice:

--ahora saldrá esa cualquiera. La muy zorra, cree que así nadie sabe de sus cosas. Esa se va a arrepentir de usar mi casa para sus cochinadas. Me echaron a la calle para que esa lo use para sus cochinadas. Ella se quedó como la viuda disfrutando de la vida y yo malviviendo. Sandra es una mujer amargada y con ganas de vengarse del mundo

Fatima sale al rato y se desmaya. Sandra sonríe:

--ni planeado hubiera salido mejor.

Sandra sale corriendo del coche y fingiendo ser la hermana de la mujer logra que la ayuden a meterla en su auto y se va. 


El amigo forense de Sandra, gordo y feo, se sorprende al tener en su mesa de trabajo a Fátima. Sandra le coquetea.

--¿que quieres que haga con esta mujer si está viva?

--hace años que no nos divertimos ¿recuerdas? Si tú me haces otro favor como el de aquella vez... 

El hombre la mira asustado pero no se puede resistir.

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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...