viernes, 2 de julio de 2021

Capitulo 7

 


Sabiendo que su primo no está, José Fernando se mete en su cuarto para buscar la cámara. Su objetivo es abrirla con la esperanza de que así el carrete se vele. No encuentra la cámara lo que le pone muy nervioso. Se asusta al pensar en la reacción de su familia al ver esas fotos. No sabe como se ha atrevido a hacer eso. Su reacción de ese día está lejos de su comportamiento tímido de siempre y ahora se arrepiente de ese ataque de agallas que no sabe de dónde ha sacado y de las que se arrepiente totalmente.

--si mi padre se entera de todos los esfuerzos que me he tomado para desnudar a Pepe... ¡me mata¡¡y encima yo he dejado pruebas de ese día¡

Le tranquiliza el hecho que en pocas horas vaya a dejar el pueblo.

--quien sabe si vuelva. Seguro que no vuelvo a ver a Pepe.

Le produce mucho nervios y culpa pensar en Pepe, en lo mucho que le gusta.

--¡esto no me lleva a ningún sitio, no puedo pensar en él¡

Por ese lado le tranquiliza la idea de no volver al adolescente que tanto le gusta.


A Rosario le duele mucho la cabeza. Está muy confundida. Se refugia en casa de su amiga para no tener que ver a sus tutores. Los llama para decirles que se queda a pasar la noche con ellos. Confía que al día siguiente no tenga ningún síntoma que haga sospechar a su hermana.



Después de la cena, la familia Morales deja el pueblo. Hay mucha tristeza en el rostro de Fátima, Fernando no deja de sonreír acordándose de lo bien que se lo pasó con Rosario.

--que pena que la pobre no se acuerde de lo bien que se lo pasó -- piensa para sí-me gustaría ver su cara cuando esa cualquiera le quiera dar su virginidad a algún desgraciado y se lleve la sorpresa de su vida.

José Fernando piensa en Pepe con emoción y miedo.




Al día siguiente, Pepe padre quiere buscar a Fátima y se acerca a la casa en la que la vio entrar el otro día pero no se atreve a llamar. Él mismo se recrimina su comportamiento:

--¿¡que es lo que pretendes? ¡es una mujer casada¡¡¡la puedes meter en más líos de los que la metiste el otro día¡

Aunque se intenta convencer a sí mismo que lo único que quiere es aclarar las cosas en realidad, ahora que su corazón vuelve a latir por amor a una mujer, no se quiere resignar a no volver a verla. Desea verla aunque sea por última vez. Y estando en esas que si llamo o no llamo abre la puerta doña Antonia. Pone muy mala cara al ver al hombre.

--ah es usted ¿qué quiere?

Don Pepe está muy nervioso, casi ni le sale la voz. La anciana habla con brusquedad 

--¡quería usted algo o no¡¡¡ si usted lo que quería es ver a la mustia de mi nuera le digo que ella ya no está¡

Don Pepe siente una gran angustia:

--¿dónde fue?¿de vacaciones?

--¡yo no le tengo que dar explicaciones a usted¡¡¿o es que usted es algo de ella?

Muy nervioso el hombre dice:

--no, no solo un amigo de ella.

--¿y desde cuando las mujeres casadas tienen amigos? --le reprocha.

--bueno es que yo... quise decir.... usted la trató muy mal y yo le quería decir que entre su nuera y yo… --tartamudea nervioso.

La anciana no le deja acabar y le dice:

--si, sí... ya sé que no son amantes. ¡un hombre como usted nunca se metería con una mujer que es una carga para su familia¡

A don Pepe le duele que la anciana se exprese de esa manera de la mujer por lo que piensa iba a protestar pero una voz que conoce lo interrumpe.

--¿papá? --es Pepe que sale de la casa con Ángel.

--¿usted es el padre de Pepe? --pregunta la anciana sorprendida.

Don Pepe está muy sorprendido, no sabe que decirle a su hijo:

--si, así es.

--¿pero que haces aquí?-- pregunta Pepe--¿me venías a buscar?

Dona Antonia sigue hablando. Ya no trata tan mal al hombre:

--yo soy la abuela de Ángel, debo decirle que tiene un hijo muy educado, aquí lo queremos mucho...

Pepe padre está muy sorprendido por la coincidencia. No sabe qué decir. Tiene miedo que su hijo descubra sus sentimientos por otra mujer. 

--me alegro de conocerla, muchas gracias por todo lo que hace por mi hijo. No sé como agradecérselo --dice el hombre nervioso.

Y Pepe insiste:

--¿y que hacías por aquí, papá?

--No, no nada... yo pasaba por aquí --el hombre muy nervioso.

Doña Antonia se la pasa alabando las cualidades del guapo adolescente y dice:

--No hay de que, su hijo es una joya. Verdaderamente es una lástima que yo no tenga una nieta, sino me encantaría que su hijo saliera con ella.

Pepe y Ángel se van de la casa. Don Pepe se queda más tranquilo ya que su hijo no ha insistido más en lo que hacía en la casa.




Padre e hijo se ven en la noche mientras Pepe se come un bocadillo. Como quien no quiere la cosa, su padre le dice:

--que gusto me da haber conocido a esa gente que tan bien se ha portado contigo. ¿y por cierto? Me dijiste que la que cocina es la abuela ¿ vive sola?¿no había nadie más en la casa?

--¿por qué te interesa?

--no, no... por nada.

Don Pepe se muestra lo más desinteresado por el tema que puede:

--no por nada,  sólo por saber con que clase de gente estás.

--la abuela de Ángel vive sola aunque ahora sus nietos han pasado unos días aquí.

--¿el hermano de Ángel?¿son de Madrid no?

Pepe habla con la boca llena. Su padre no le regaña por hablar así.

--doña Antonia tiene tres hijos, la hija vive en el pueblo y dos  hijos.  Uno vive en Madrid y luego tiene otro que vive en Barcelona...

--Barcelona --dice el padre suspirando por pensar en Fátima.

--sí vinieron el matrimonio con su hijo

Don Pepe se queda pensando en Fátima:

--Barcelona dice para sí-- ¿y ahora cómo le hago para volver a verla? La tengo que olvidar.

Don Pepe se angustia sin saber cuando volverá a ver a ese mujer a la que no quiere olvidar.

--seguro que el año que viene vuelve. La esperaré. La esperaré y aunque esté casada lucharé por su amor. La convenceré de que podemos ser felices.

Al padre de Pepe se le ilumina la cara. Su hijo lo mira sorprendido:

--¿te pasa algo, papá?

Pepe padre sonríe con cara de enamorado y acaricia la cabeza de su hijo con mucho cariño.

--no, nada, nada... es que te quiero mucho...

Padre e hijo se sonríen.






José Fernando está en la intimidad de su dormitorio en Barcelona. Se hace tocamientos mientras piensa en el cuerpo desnudo del chico con deseo. En su dormitorio, Fátima trata de seducir a su marido.

--te necesito,  hace mucho que no me haces el amor... yo...

él se aparta de él con desprecio.

--¡no se me olvida lo que mi madre me ha dicho de ese otro hombre¡

--por favor,  te juro que no pasó nada entre yo y ese hombre que hasta se me hace pesado.

--¡a mi me da igual tus tonterías, vete de mi cuarto. Yo no te quiero volver a ver¡¡sigo contigo por mi hijo, pero entre tú y yo ya no hay nada.¡¡

--¡pero yo te amo y estoy dispuesta a hacer lo que tú me pidas¡

--¡pues déjame en paz, no quiero volver a ver tu cara de mustia¡

--¡tú lo que pasa es que tienes otra mujer por eso ya no me tocas¡

Fernando la mira con rabia:

--¡no te toco porque me das asco, la que tiene otro hombre eres tú, lo que pasa es que cree el ladrón que todos son de su misma condición¡

Fátima suplica amor a su marido pero éste la echa del cuarto sin miramientos. Fátima se va llorando. Fernando se queda en la cama sonriendo. Toma su móvil y hace una llamada. 

--¿ya llegaste mi amor?

Con cierto fastidio, Sandra,  la joven que fue pagada por José Fernando para hacer top-less dice:

--no sé para que me pagaste las vacaciones sí no me has hecho ni caso.

--pero bien que disfrutaste ¿no? Mañana te quiero ver.

A ella no le apetece pero el hombre es quien paga todas sus facturas.

 


Al día siguiente, Rosario se encuentra en la plaza con Pepe. Ella se ilusiona al verlo. Le saluda como si se conocieran de siempre. Él no la recuerda y se sorprende.

--recibí tu refresco  pero no te vi...

él la mira confundido

--¿de que hablas?

--tú me mandaste un refresco... yo me lo bebí aunque sabía raro.

--te has confundido, yo no te mandé nada.

--¿cómo que no? ¿y sino?¿quién fue?

--eso no sé y perdona que tengo prisa.

Pepe se va dejando a Rosario muy confundida.


Un mes después... después de varios días sintiéndose mal, Fina lleva a su hermana al médico en donde les dan una noticia que deja a las dos hermanas impactadas: Rosario espera un hijo.

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Final

  Rosario y Pepe están conmocionados mientras que la policía se llevan los cuerpos de José Fernando y Lucas. En cierta manera, Pepe se sient...